Los 90 años de Comando son para la industria del calzado mucho más que la celebración de una firma exitosa y de categoría: simbolizan el impulso, la vocación y el destino de los zapateros leoneses.
Representan también la prueba de cómo una empresa familiar, que se ha mantenido a lo largo de cuatro generaciones, puede generar riqueza, dar oportunidades de trabajo a su comunidad y participar en las actividades de su sector.
Como se ha contado en libros y en diversas publicaciones, para buscar nuevos horizontes luego de la Primera Guerra Mundial, Moisés Abugaber Michel emigra en 1923 a México, donde se reúne con sus hermanos Emilio y Jorge.
Instalados en Tampico, logran hacer prosperar un negocio de calzado y ropa, por lo que don Moisés trae primero a su hijo mayor Emilio y luego al resto de su familia: su esposa Catalina Sara Salma y sus demás hijos, entre ellos José, nacido en Belén en 1920, quienes llegan a México el 16 de septiembre de 1928.
Más tarde trasladaron su almacén a Tantoyuca, Veracruz, nombrándolo “La Nueva Belén”. Y desde 1934 comenzaron a comercializar su marca de calzado, Abugaber Shoes: fue el comienzo de una tradición que hasta hoy se conserva.
El contacto con León ya se había establecido para la compra de calzado, y ante una circunstancia inesperada, el incumplimiento de su único proveedor, “de manera fortuita, accidental y bajo el capricho de nuestro destino, es como nos iniciamos en el fascinante mundo de la fabricación de calzado”, reseña don José Abugaber Sara en uno de sus libros.
“Mi papá tenía un depósito de zapatos al mayoreo (…), pero como no se daba abasto, decidió que yo, que tenía 15 años, debía entrar al negocio. Me mandó a León y empecé a conocer el zapato, los talleres -¡qué cosa más hermosa!-, entraba a los talleres: tres, cuatro zapateros, un pespuntador, todos trabajando… Lo más bonito era el viernes, cuando comenzaban a tenerme el calzado, en canasto: un canasto y otro y otro encima, como panaderos, y formaban una fila”, dijo don José, de acuerdo con un testimonio publicado por AM.
En 1937, como señalara otro texto publicado en nuestro diario por el periodista Francisco Horta Gómez, con el fin de estar reunidos, don Moisés decidió mudarse a León con toda su familia, integrándose al taller que sus hijos ya tenían establecido en su casa de la calle Madero.
Conforme su empresa fue creciendo y consolidándose, cambió su domicilio a otras tres direcciones del centro, antes de llegar a su actual ubicación, en la calle Díaz Mirón.
Es muy conocida la anécdota de cómo surge el nombre que ha hecho famosa a la empresa en el mundo. La recoge Ramón Ascencio Villanueva en su imprescindible recopilación de “Los Sancrispines”.
Reunido con su padre y su hermano Antonio, don José Abugaber Sara comparte su inquietud de que necesitan una nueva marca, por considerar que Abugaber Shoes era un nombre largo, poco familiar, complicado de pronunciar y recordar.
“Leyendo el periódico Excélsior en primera plana decía: ¡ATAQUE INMISERICORDE! Comando imbatible toma posición estratégica… ¡Combate de gran estrategia inclina la guerra!”. Y fue con el encabezado de aquella noticia con el que don José Abugaber convence a su familia de adoptar para la empresa el nombre de Comando.
La misma guerra que trajo ese nombre provocó también una gran demanda que propició que la firma ampliara mercados y consolidara sus dos líneas principales, de seguridad y de vestir, esta última con la marca Baldwin.
Al terminar, el final del conflicto también provocó graves problemas que la empresa pudo superar.
Espíritu pionero
Don José fue un digno continuador del impulso empresarial de su padre don Moisés y logró reconocimiento, no solo por su éxito como zapatero, sino como impulsor del Salón de la Piel y del Calzado (ahora Sapica), el Centro de Convenciones, Venexport y el Ciateg, entre otras iniciativas.
En una entrevista con nuestro periódico, don José Abugaber señaló sobre la construcción del Centro de Convenciones:
“Una cosa le digo, con gusto: tenemos nuestra sede, que ha traído muchos beneficios a León; tantos, que el Poliforum nació por ella. Fue la semilla; así la concibo, aunque sea vanidad. Esa es la satisfacción que me da fuerza: haber logrado algo para la comunidad”.
“Cuando me sentí solo, invité a otros industriales a participar y se negaron; me dieron la espalda. El gobierno dio el terreno, pero había que edificarlo; cuando vieron la construcción, entonces sí vinieron. En un año se inauguró y la gente no cabía para felicitarme. ¡Era una cosa preciosa! Cuando lo vi, me sentí en otro mundo; nunca había hecho una obra tan grande y, como industrial, no es fácil pensar que yo lo hice, que yo lo pensé”.
En el suplemento especial publicado en 2008 por su 30 aniversario, AM recordó que “la historia de las exhibiciones de calzado en León se remonta a una muestra celebrada en las instalaciones de la escuela Eufrasia Pantoja”.
“Convencidos los zapateros de la importancia de afinar las estrategias de venta, en 1974 surgió Sapica y cuatro años más tarde, el 22 de mayo de 1978 -un día después de que comenzara a publicarse AM- se colocó la primera piedra del Centro de Exposiciones y Convenciones, que una vez concretado contó con 25 mil metros cuadrados de exhibición en tres plantas”.
“Las exposiciones de zapateros y proveedores pasaron a otro nivel y en la última década del siglo pasado, el espacio ya resultaba insuficiente y surgió la inquietud de construir en la ciudad una nueva infraestructura ferial con características internacionales. Y fue así como surgió el Poliforum, inaugurado el 9 de diciembre de 2000”.
Dejado un legado fundamental para nuestra industria zapatera, don José Abugaber Sara falleció el 5 de septiembre del 2011.
La tercera generación
José y Jorge Abugaber Andonie quedaron al frente de la empresa desde entonces.
En un testimonio publicado en el libro de “Los Sanfermines”, José Abugaber platicó que su labor en la empresa comenzó también a los 15 años, cuando salió por primera vez a vender en una combi cargada de calzado y confirmó que por herencia y vocación sería también zapatero. El viaje comenzó en León y siguió por San Luis Potosí, Ciudad Valles y Tampico. Regresó sin un par.
José se involucró en la fábrica desde muy joven y también temprano despertó la vocación gremial, que lo llevó a convertirse en el dirigente de los zapateros y más tarde, en el líder nacional de los industriales.
Encabezó la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato de 2006 a 2009, una época en la que impulsó el desarrollo industrial del sector y encabezó la defensa de la industria, que tuvo su momento culminante el 12 de diciembre de 2007, cuando ante la intención de la Secretaría de Economía de bajar los aranceles a las importaciones de calzado aisático, se llevó a cabo la marcha en defensa del sector.
Por primera vez en la historia de León, aquel miércoles más de 40 mil trabajadores de la industria cuero-calzado y proveeduría salieron a las calles para exigir al Gobierno federal que no eliminara las cuotas compensatorias.
Pese a la competencia y a la lucha desigual contra las importaciones asiáticas, que a tantos han afectado, con José y Jorge Abugaber al frente, Comando se ha mantenido como una empresa sólida, que fabrica un calzado cuya calidad le permite destacar en cualquier mercado.
Ahora cumple 90 años de esfuerzos, con nuevas metas y el relevo generacional en el horizonte.