El sueño de toda Pyme o empresa pequeña de hacer y comercializar un producto que ahora se vende a nivel internacional por una empresa consolidada que cumple 90 años, es lo que lograron hacer los directivos de Grupo Comando.

Sus directivos y socios, los hermanos José y Jorge Abugaber Andonie coincidieron en señalar que se sienten orgullosos de ser parte de una empresa que alguien soñó hace mucho tiempo, que inició fortuitamente y ahora mantenerla en un gran nivel es un compromiso para seguir con el legado y que trascienda a las siguientes generaciones.

El director Jorge Abugaber señaló que a la llegada de su abuelo Moisés, su tío Jorge y su tío Elías, de Belén, Palestina a Tamaulipas, México, en 1923, en busca de nuevas oportunidades, iniciaron comercializando diversos productos, entre ellos zapatos fabricados en León.

Agregó que cuando les empezó a ir mejor se vino su tío Emilio y cuando ya estaban más arraigados se trajeron a toda la familia, fue cuando llegó su papá Don José Abugaber Sara, quien además de estudiar en Tampico, se quedó encargado de la comercialización del calzado y de manera fortuita se vio inmerso en la fabricación en la que se involucró toda la familia.

José Abugaber, director, destacó que él y su hermano Jorge ahora tienen la responsabilidad de mantener ese legado histórico de una empresa que cumple 90 años, conservar  el prestigio de la marca, su honorabilidad, ventas y mantener bien las finanzas.

“Comando ha pasado por distintas batallas, ha sido complicado enfrentar devaluaciones, inflaciones y crisis, le damos gracias a Dios por el legado que nos dejaron nuestros padres y por el ADN que nos identifica con la seguridad, garantía, calidad, precio y tecnología”.

Agregó que algo importante es que sus clientes tengan la confianza de comprar su producto y saber que no tendrán ningún problema con él ya que es un calzado cómodo, confortable y seguro.

Jorge Abugaber destacó que algo que distingue a la empresa es que siempre ha estado a la vanguardia, que empezaron a dominar a la reina de las construcciones, la Goodyear Welt, que es artesanal y complicada.

“En el camino de la innovación, en la generación de mi abuelo, mis papás y mis tíos, se detectaron unas máquinas inglesas de inyección directa al corte de PVC y las importaron siendo los primeros en tenerlos en el país para calzado de seguridad industrial, hoy en día se sigue trabajando con ellas porque se innovó esa construcción pero se ha seguido trayendo tecnología”, mencionó Jorge.

Agregó que ese ADN los ha marcado y que en el 2000 compramos la primera máquina alemana Desma de inyección directa doble densidad de PU (poliuretano), que fue un boom para la marca y los llevó a diferenciarse de las demás.

“Fuimos pioneros en inyección directa al corte PU-PU, después importamos la primer máquina de inyección de TPU-PU, fuimos innovando y pedimos una máquina que podía hacer las dos inyecciones antes mencionadas, de esa manera nos hemos seguido diferenciando”, dijo el director general.

Resaltó que de momento son los únicos que tienen ese tipo de construcciones, y aunque saben que posteriormente habrá quienes puedan comprar esa tecnología, lo importante es haber sido pioneros.

José Abugaber señaló que otra parte de su ADN es la confianza y cercanía que tienen con sus clientes pues consideran que la retroalimentación es clave.

“Hacemos círculos de trabajo con todos, los distribuidores vienen a capacitarse a la planta y como dueños de la empresa nos involucrados para tener la seguridad de que el producto que salga al mercado no tenga quejas, ni devoluciones, estamos muy cercanos al cliente y a la necesidad del mercado final”, concluyó José Abugaber.

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