Irapuato, Guanajuato. – No habían pasado ni 25 minutos que había concluido el simulacro de temblor, que el personal de Protección Civil y otras dependencias municipales llevaron a cabo en el Centro de Gobierno en Irapuato, cuando los irapuatenses fueron sorprendidos por el temblor de 7.7 grados en la escala de Richter que se originó en las costas de Michoacán y que se dejó sentir en tierras freseras.
De inmediato se activaron los protocolos de emergencia de las diferentes corporaciones, al igual que las alarmas en varias empresas del municipio con la intención de evacuar a los empleados y salvaguardarlos ante cualquier riesgo.
Hubo mucha confusión entre la ciudadanía irapuatense, ya que algunas personas que circulaban a bordo de sus automóviles por calles y avenidas de la ciudad pensaron que la gente que salía apresuradamente de negocios comerciales realizaba algún simulacro ante el aniversario de los sismos de 1985 y 2017, sin imaginarse que un sismo real sacudía la ciudad.
A la hora del sismo, la alcaldesa Lorena Alfaro tuvo que interrumpir un discurso que llevaba a cabo en un acto protocolario dentro de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio (JAPAMI), para poder ir a una zona segura al igual que todos los presentes y esperar que el movimiento telúrico pasará.
El Coordinador de Protección Civil de Irapuato, Israel Martínez, comentó que se registraron alrededor de 9 reportes vía telefónica donde las personas reportaban daños estructurales en algunos inmuebles, uno de ellos se trataba del Instituto Irapuato, donde pequeñas grietas se dejaron ver después del sismo.
Hospitales, escuelas, casas del barrio antiguo de Irapuato, así como presas y ríos, fueron supervisados conforme pasaban los minutos y las horas. Hasta las 3:30 de esta tarde del día lunes, no se había presentado ningún riesgo latente, ni mayor en algún punto de la ciudad, mucho menos personas lesionadas, solo se atendieron a varias personas en distintos puntos de la ciudad por crisis nerviosa, pero ninguna de relevancia.
MIL