Irapuato, Guanajuato.- Un grupo armado asesinó anoche a 12 personas en el centro botanero “El Pantano”, en Irapuato.
Las víctimas fueron seis mujeres y seis hombres, otras tres personas están gravemente lesionadas.
Mandos de la Policía Municipal explicaron que un grupo de hombres armados ingresó en por lo menos tres vehículos a la calle Jamaica, en la colonia 12 de Diciembre, bajaron con armas de grueso calibre e irrumpieron en el centro botanero.
El grupo disparó contra todos los que se encontraban en el sitio. Una mujer intentó escapar, pero la siguieron y la ejecutaron en la calle.
Después de los hechos, el lugar se llenó de personas que imploraban a las fuerzas de seguridad que las dejaran pasar a ver quiénes eran las víctimas, buscando a sus familiares.
En un comunicado, la Secretaría de Seguridad Ciudadana informó que el reporte de los disparos se registró a las 7:51 de la noche.
Añadió que después de los hechos, autoridades de los tres niveles de Gobierno vigilaban Irapuato y buscaban a los presuntos responsables de la matanza.
La de anoche fue la peor masacre ocurrida este año en Guanajuato, de acuerdo con los registros que lleva diariamente AM y Al Día.
Durante 2022 se han registrado 29 ataques en los que han resultado muertas cuatro o más personas.
Hasta antes del ataque de anoche, la peor masacre había ocurrido el 21 de septiembre.
Aquel día, un comando llegó y disparó contra quienes se encontraban adentro del bar y billar “Harrah’s”, en Tarimoro y dejaron varias cartulinas con mensajes alusivos a un grupo delictivo; 10 personas fueron asesinadas.
Masacre en bar sacude Irapuato
Anoche, en el centro botanero “El Pantano”, ubicado en la colonia 12 de Diciembre, en Irapuato, un grupo de hombres armados perpetró una masacre que dejó un saldo de 12 personas fallecidas: seis mujeres y seis hombres.
Además hay un hombre y una mujer heridos de gravedad.
“Todo ocurrió en cuestión de minutos, no sé, como entre cuatro y cinco minutos, pero para mí fueron eternos; se escucharon varias descargas. Yo me encerré con mis dos hijos en mi recámara, pero de verdad se escucharon como de 40 a 50 balazos; me puse a rezar por mis hijos y después solo escuchamos como arrancaban los vehículos y todo quedaba en calma”, narró una vecina.
Minutos antes de las 8:00 de la noche del sábado se activó la emergencia en el centro de operaciones del 911 de Seguridad Pública Municipal, tras recibir el reporte de un ataque con armas de fuego al interior del conocido centro botanero “El Pantano”, el cual tiene puerta de entrada por la calle Jamaica y puerta de salida por la calle Popotla, en la colonia 12 de Diciembre.
El establecimiento se localiza a unos pasos del cruce con el bulevar Mariano J. García, en la zona sur de Irapuato y dentro de un punto identificado con alto índice delictivo.
Al lugar se desplazaron por lo menos 15 patrullas con elementos de la Policía Municipal, seguidos de otro importante número de elementos de la Guardia Nacional, Ejército Mexicano y Fuerzas de Seguridad Pública del Estado.
De inmediato cercaron con cinta amarilla las dos calles y tomaron el control de la seguridad no solo de la zona del ataque sino de toda la colonia 12 de Diciembre.
Una vez que la zona estuvo bajo resguardo, ingresaron varias ambulancias con paramédicos de la Cruz Roja y Protección Civil.
Entraron con el maletín de primeros auxilios al centro botanero y confirmaron la muerte de 12 personas, además trasladaron al hospital en estado grave a una mujer y un hombre.
Entre los fallecidos hay clientes y empleados.
Según la declaración de vecinos, este centro botanero “El Pantano” abre después del mediodía y deja de ofrecer servicio hasta después de la medianoche.
Varios cuerpos quedaron amontonados como evidencia de que intentaron protegerse.
Una de las víctimas, una mujer, salió corriendo por la puerta que da a la calle Popotal, pero hasta allá la persiguieron y la asesinaron, su cuerpo quedó en la calle junto a una motocicleta.
Tras consumar el ataque los responsables escaparon y 10 minutos después, según los vecinos, comenzaron a llegar los primeros elementos de la Policía Municipal.
“¡No me dejan pasar! ¡Quiero ver si es mi hijo! ¡Por el amor de Dios! ¡Déjenme pasar o me voy a pasar! ¡Cómo no voy a pasar, es mi hijo! ¡Pónganse en mi lugar!”, gritaba un hombre de 70 años, mientras forcejeaba con elementos de la Guardia Nacional en un intento por llegar hasta al interior del bar “El Pantano”.
Durante la noche se intensificó la vigilancia y la búsqueda de los responsables por todo Irapuato, en operativos por tierra y aire con la ayuda del helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública del estado.
Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no se reportaron detenidos relacionados con la masacre.
En tanto los peritajes de personal de la Agencia de Investigación Criminal y de la Fiscalía Regional de Irapuato se extendieron por varias horas, hasta el levantamiento de todas las evidencias necesarias; después ordenaron el traslado de los 12 cadáveres al anfiteatro del Servicio Médico Forense.
Buscaban desesperados a su familiar…
Las inmediaciones del centro botanero “El Pantano”, se llenaron en minutos, de decenas de personas que se acercaban a preguntar por sus familiares.
Llegaban llorando al enterarse que su ser querido había muerto en el ataque, otros más preguntaban si sabían algo de su familiar o conocido.
En su mayoría estaban muy molestos porque no los dejaban cruzar el acordonamiento ya que debían esperar a los elementos ministeriales para poder ingresar e identificar a sus familiares.
“No nos dejaron pasar, que tenemos que esperar a que lleguen los ministeriales y no nos quieren decir nada, unos nos decían que habían 15 muertos luego que 11…
“Nosotros teníamos a cinco familiares aquí, pero no sabemos aún nada de ellos” , comentó una persona.
“Solo escuchamos los balazos, no sabría decirte cuántos, pero sí fueron un buen, ya después solo se vio el corredero de gente”, dijo un comerciante de la zona.
Un niño llegó en motocicleta molesto y corrió hacia el acordonamiento: “¡Cómo no me van a dejar pasar si es mi mamá! Cómo no me van a dejar si es mi jefa”, gritaba mientras era retenido por su propia familia, cuyos integrantes intentaban tranquilizarlo y le decían: “¡Espérate, hijo! ¡No te van a dejar pasar, espérate, tenemos que esperar!”
Enseguida otra mujer cruzó corriendo la zona delimitada, se golpeó con una patrulla intentando evadir a los uniformados, los elementos de seguridad aprovecharon el momento en que la mujer se tropezó para sacarla de la zona.
“¡Déjeme pasar, suéltame, suéltame, no me toques!”, gritaba a los elementos.
Una vez fuera del área restringida, la mujer le recriminó a los cuerpos de seguridad “¿Pero en dónde estaban? No hicieron nada, a ver si cuando sea tu hijo o tu familiar a ver si eres tan pasado de . . .”
“¡No! ¡Es mi hijo! ¡Déjenme pasar! ¡¿Cómo no me van a dejar pasar si es mi hijo?!…Sí voy a pasar, está la camioneta de mi hijo y me dijeron que él estaba aquí, es mi hijo y voy a pasar”, gritaba un hombre aguantando las lágrimas.
“Tanta violencia, tantos muertos”, se escuchó decir más tarde a este familiar. Otro joven llegó agresivo hacia los uniformados y gritó:
“Es mi hermano, déjenme pasar, ¿por qué no voy a pasar? Si es mi hermano”, ante su actitud, uno de los elementos de seguridad le pidió tranquilizarse y le dijo que aún había personas lesionadas siendo atendidas en un hospital.
MCMH