Irapuato, Guanajuato.- Cientos de fieles católicos se congregaron este miércoles en los templos de la ciudad para la imposición de la ceniza, ritual con el que inicia la Cuaresma.
Luis Armando García Ojeda, sacerdote del templo de San José Obrero, explicó que la Cuaresma empieza con la imposición de ceniza y termina antes de la misa de la Cena del Señor, el Jueves Santo.
Añadió que llevar ceniza en la cabeza significa reconocer la grandeza de Dios en la pequeñez.
“Fuimos creados del polvo y hacia el polvo volvemos con la esperanza de la resurrección”, dijo.
Durante su mensaje, compartió que la conversión es necesaria porque muchas veces olvidamos que Dios es nuestro padre y que todos somos hermanos.
A veces nos dejamos llevar por los afanes del mundo; que los podemos resumir en tres: poder, tener y placer. Estos afanes se pueden convertir en ídolos y hacer que perdamos de vista el amor a Dios, el amor al prójimo, y nuestro último: la vida eterna”, advirtió.
Añadió que en el deseo de cambiar, los ciudadanos deben tener presente que no estamos solos, pues Jesús dio su vida por nosotros y nos dejó el sacramento de la penitencia para que consigamos el perdón y la paz.
“Es tiempo para que el amor florezca, es tiempo de primavera, en los corazones debe haber buenos sentimientos, con el prójimo, amar la ciudad, inculcar a los niños y jóvenes, evitar que caigan en el narcotráfico, necesitamos ayudarnos todos, padres de familia hacer mancuerna con los maestros”, señaló.
El sacerdote también señaló que actualmente falta una educación de valores, de buenos modales, para tratarnos con amor y pedir las cosas por favor.
La Cuaresma es un tiempo en que debemos ayunar, y el ayuno consiste en regalar, compartir, amar, ser buenas personas, y tiempo de favorecer a los que menos tienen”, finalizó.
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DAR
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