León, Guanajuato.- En el último día de la jornada de oración por la paz, se pidió por los agresores y generadores de violencia para que logren la reconversión hacia una vida de paz así como por los gobernantes para que trabajen en favor de una verdadera justicia.
Poco más de 700 personas se reunieron en las instalaciones del Instituto Lux, para pedir una vez más por el eterno descanso de los sacerdotes misioneros Javier Campos y Joaquín Mora, así como por todas las personas desaparecidas.
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La celebración eucarística estuvo encabezada por el sacerdote Javier Ávila, mejor conocido como “el Padre Pato”.
Con esta ceremonia religiosa también se llevó a cabo el final de la Jornada de Oraciones por la Paz que se realizó en todos los templos y capillas, a lo largo y ancho de la República Mexicana.
“Qué buena la jornada de oración pero no basta rezar, de qué me sirve llenarme de energía, de espiritualidad y quedarme estático , ¿qué va a pasar mañana que termine la jornada de oración?” exclamó el sacerdote, invitando al mismo tiempo a los feligreses a continuar orando.
Durante todo este mes hemos estado haciendo peticiones muy concretas, y este domingo lo dedicamos especialmente a aquellos que han provocado tanto daño y tanta muerte en nuestro México, pedir por la persona que le quitó la vida a Javier, Joaquín a Pedro, a Paul y tantas otras personas” mencionó sacerdote Jesuita.
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El sacerdote Javier Ávila estuvo acompañado por el sacerdote Luis Alfonso González, rector de la Ibero León, y el sacerdote Aristeo López, Rector del Instituto Lux.
‘¿Qué vamos a hacer?’
“¿Qué vamos a hacer?”, fue la pregunta que el sacerdote Javier Ávila lanzó ayer durante su visita a León, para poner sobre la mesa la necesidad de trabajar en comunidad para terminar con la violencia en el país.
Con este cuestionamiento,el sacerdote jesuita que radica en la Sierra Tarahumara desde hace 47 años, buscó generar conciencia sobre la participación que cada uno debe de tener en la construcción de la paz, misma que, aseguró, se tiene que edificar con dignidad y justicia.
El padre “Pato” impartió una charla en el Instituto Lux y narró sus experiencias ante la ola de violencia que se vive en el norte del país, así como los detalles del día en que asesinaron a los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora.
En primera instancia señaló que es necesario invitar al diálogo y preguntarnos: ¿qué quiero hacer?, ¿qué puedo hacer? desde su decisión de vida, háblese del sacerdocio, el matrimonio, el empresario, el campesino, el estudiante, el artista, el deportista.
Señaló que todos tenemos que aportar, ya que la la congregación no tiene la respuesta a qué hacer, se trata de sumar esfuerzos entre todos para encontrarla.
Todavía estamos vivos y tenemos que preguntarnos ¿qué vamos a hacer?, ¿seguirse lamentando? yo no, ya de llanto y lamento, ya no, ya tuve mucho. Seguiremos buscando caminos de diálogos, de sumar, de abrirnos con tranquilidad, con humildad, no tengo yo la respuesta, pero podemos juntos encontrarla”, mencionó el padre Ávila.
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Insistió en que la muerte de los sacerdotes Campos y Mora, ocurrida el 20 de junio, no fue voluntad de Dios, sino la decisión equivocada de una persona, por lo que pidió a los asistentes reflexionar como creyentes, como ciudadanos, a no lamentar la muerte de dos sacerdotes y a no olvidar al resto de la gente desaparecida.
Hay cientos de muertes como la de Javier y Joaquín sin resolución, el mundo es el que está muy dañado y lastimado”, añadió con indignación.
La charla titulada “Justicia con Paz y reconciliación’’ fue organizada por el Instituto Lux y la Universidad Iberoamericana.
Consulta para decidir
Para encontrar una respuesta que unifique las necesidades de la comunidad, los jesuitas trabajan en una consulta que permita generar una lluvia de ideas.
Queremos socializar mucho el conflicto y socializar los caminos y las respuestas a través de las universidades, los colegios y parroquias”, mencionó el sacerdote Javier Ávila.
A un mes de la muerte de los dos sacerdotes, Javier Ávila, destacó la lentitud de las autoridades para hacer justicia.
Ayer los pescaron a los presuntos, que son parientes de la cabeza del que mató a Javier y Joaquín, pero hasta dónde llega la inseguridad y ahí se la pelotean, la responsabilidad de la Federación, del Estado es cuidar al pueblo, darle paz, tranquilidad y bienestar”.
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Para finalizar, envió un mensaje a las familias de personas desaparecidas, a las que con amor y empatía dijo: “Yo entiendo lo que es eso, he acompañado mucho a las familias de personas desaparecidas de Chihuahua, del norte de la República, es un dolor muy fuerte, que no se sientan solos y que nunca bajen la guardia, hay que seguir luchando y seguir exigiendo la verdad, la paz, y como dicen, ¡vivos se los llevaron y vivos los queremos¡”.
DSS