El arzobispo de León

León, Guanajauto.- Ante la crisis que se vive en Guanajuato y en México, el Arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, llamó a orar, porque la gente que ora promueve la paz y la fraternidad. 

Durante la homilía de la misa del mediodía del domingo, Cortés Contreras expresó que en la modernidad la gente puede pasar cuatro horas frente a los aparatos electrónicos, pero no 15 minutos en oración. 

La oración cuesta, y no es fácil al ser un diálogo íntimo con Dios…, no es una vez cada 15 días o cuando me aprieta el zapato. Debemos de tener actitudes de oración, ser orantes, continuos, perseverantes. La oración forma parte de la vida, así como la respiración es la vida”, dijo. 

El Arzobispo expresó que la oración crea personas de paz, que saben respetar al prójimo, que aman al bien y a la justicia. 

Hechos graves ocurren en nuestro estado (Guanajuato) y en México, debemos hacer oración y pedirle a Dios que tenga compasión de nosotros, que convierta el corazón de carne en un corazón fraterno, justo y amoroso”, dijo. 

Exhortó a los fieles católicos a estar en oración en los momentos importantes de la vida, y sobre todo en la actualidad donde existe una crisis profunda, donde no solo son discursos y las cosas externas las que sacarán a la sociedad de la crisis. 

Es Dios nuestro Señor al convertir nuestro corazón en mejores personas”, expresó. 

Durante la celebración litúrgica en la Catedral Metropolitana de León, el arzobispo señaló que la oración es un diálogo entre un hijo y su padre, donde se busca conocer no solo la voluntad propia, sino la de Dios. 

Alfonso Cortés denunció que el hábito de la oración se perdió no solo en las familias, sino también en las parroquias, conventos, seminarios, asociaciones religiosas y en los colegios católicos

Eso se perdió, incluso en la Iglesia se ha perdido. Hoy en lugar de la oración son los medios de comunicación, valiosos y necesarios, que ayudan al progreso, pero también hay que también una actitud crítica y positiva de saberlos aprovecharlos bien”, dijo.

Esta situación, provoca que se eche a Dios fuera de todos los aspectos de la sociedad, que no se tome en cuenta la intervención divina en la actividad del ser humano e incluso no se agradezca por los frutos del campo.

DSS

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