León, Guanajuato.- Al cumplir 50 años de sacerdocio el arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, exhortó a los fieles a no vivir fuera de la realidad y a rechazar la oración mágica.
Durante la celebración eucarística del domingo en la Catedral Metropolitana de León, Cortés Contreras, expresó que la misa la ofrecía por sus 50 años de sacerdocio.
Recordó que se ordenó el 26 de octubre de 1972 con el arzobispo de Monterrey, Alfonso Espino y Silva. Tiempo después lo consagraron obispo el 24 de agosto del 2005 y fungió como auxiliar en Monterrey.
Para 2009 el Papa lo envió a la Diócesis de Cuernavaca donde estuvo 3 años, y fue el 20 de marzo del 2013 cuando llegó a la Arquidiócesis de León.
“Este miércoles próximo serán 50 años en que fui ordenado presbítero en la Arquidiócesis de Monterrey, quiero darle gracias a Dios juntamente con ustedes.., un tiempo en el que me han pedido distintos servicios en la Iglesia y los he cumplido con su gracia y bondad y asistencia, estoy contento”, dijo.
Ya durante su homilía el arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, exhortó a dejar a un lado el egoísmo y a rechazar la oración mágica, ya que Dios niega la milagrería.
Manifestó que las personas deben dar un sentido positivo al momento de orar para agradecer con alegría la vida y las gracias que se recibieron, y sobre todo comprender que Dios dará a las personas lo que les conviene.
El hombre de oración es un hombre de fe, tiene puesta la confianza totalmente en Dios, es una relación de amistad”, dijo.
Expresó que la oración implica salir de uno mismo para dialogar con Dios, dejar a un lado el egoísmo y el orgullo, para después realizar un examen interno sobre el propio actuar, la flojera, envidia, amarguras, insatisfacciones.
“Es entrar a nuestro interior para conocernos y pedir perdón…, la oración es estar con uno mismo en humildad y escuchar a Dios”, señaló.
Alfonso Cortés Contreras, arzobispo de León, manifestó que actualmente mucha gente vive fuera de la realidad y de lo que pasa en la sociedad, por lo que se debe de buscar la oración como un espacio para ser conscientes y razonables.
GT