León, Guanajuato.- Gamanon es el primer grupo de apoyo para familiares de personas adictas al juego o ludópatas en la ciudad.
Este grupo surgió en febrero del año pasado por iniciativa de cuatro familiares de personas que forman parte del Grupo de Jugadores Anónimos del Bajío, que desde el 23 de marzo del 2015 brinda apoyo a ludópatas a través de un programa de 12 pasos espirituales.
Las sesiones se hacen cada miércoles a las 7 de la noche, a través de videollamadas por WhatsApp; el grupo tiene 23 integrantes y hay personas de otros estados como Monterrey, Aguascalientes, Ciudad de México y Jalisco, entre otros.
La ludopatía es un trastorno del comportamiento que consiste en una conducta repetitiva y compulsiva de jugar por dinero en juegos de azar y apuestas, y que paulatinamente va dominando todas las actividades de la persona que la padece.
Ludopatía: Pierde tranquilidad y su patrimonio
El esposo de Rocío es ludópata y alcohólico, ambas adicciones lo llevaron a perder su patrimonio y a su esposa a vivir en el temor y la incertidumbre por las altas deudas que él generó por apostar.
Tenemos 12 años de relación, en ese tiempo perdimos una casa, varios coches de agencia, ha habido varios embargos pero más allá de lo material siento que perdí mi paz, mi tranquilidad.
“Él tuvo que internarse en una clínica de rehabilitación y al mismo tiempo que estaba ahí yo empecé a conocer el grupo de familiares. Me he sentido identificada con las demás personas del grupo porque la familia no comprende la parte de que estando con un jugador o un alcohólico también estamos enfermos y muchas veces te aconsejan que huyas”, contó.
Rocío compartió que tienen tres hijos y destacó que a través de este grupo ha aprendido a manejar sus emociones y entender a su esposo, porque antes solo le reprochaba lo que habían perdido.
Recordó que hubo momentos en los que llegó a sentirse vigilada en su propia casa y atemorizada de que llegaran a tocar para cobrarle debido a que tuvieron deudas por cinco millones de pesos.
En su momento tuvimos casa propia, un terreno, varios vehículos y una solvencia económica muy rentable, en la actualidad tenemos muchas deudas y me guié más por el lado de resolver los problemas y no buscaba apoyo para mí.
“Mi esposo tiene demandas porque para pedir préstamos recurrió a agiotistas quienes llegaron a amenazarnos… vivía con mucho temor”, confesó.
Rocío dijo que desconocía el término “ludópata”, y platicó que cuando empezó a salir con su esposo se dio cuenta de que apostaba pero lo veía como un pasatiempo, nunca vio la situación como un problema.
Hasta que me invitó al casino y me di cuenta de las cantidades que apostaba y supe que era un problema. Fui por curiosidad para ver cómo era un casino, pero para mí fue una impresión muy grande darme cuenta de que en un día él estaba apostando hasta 100 mil pesos. Me quedé asustada”, narró.
Explicó que las sesiones del grupo Gamanon duran máximo dos horas, un espacio virtual donde no solo se comparten experiencias sino que los integrantes también buscan apoyarse entre todos y se motivan para continuar.
“Decirles que no están solos, que busquen ayuda, aquí pueden ser bienvenidos y escuchados. El grupo empezó con cuatro esposas de jugadores y actualmente está integrado por papás y mamás de jugadores que también han sufrido todo este proceso”, concluyó.
Ludopatía: ‘Me llevó a entender a mi esposo’
Lupita confesó que no sabía que existía la adicción al juego y las apuestas, cuando comenzó su relación con su esposo él ya estaba en recuperación en el Grupo de Jugadores Anónimos del Bajío.
Realmente no conocía todos los efectos de cuando él estaba en una crisis y juzgaba mucho el comportamiento de mi ludópata. Es una montaña de emociones y yo siempre estaba a la defensiva, ahora tengo más calma al reaccionar a sus comportamientos.
“No conocía nada de esto y para mí no era importante porque veía el ir al casino como ir a cualquier lugar a divertirse, pero es un problema también por la parte emocional, es como cualquier otra adicción, como un alcohólico cuando está en abstinencia vive una montaña de emociones”, advirtió.
Reconoció que nunca buscó apoyo en los servicios públicos de salud, pues su esposo la invitaba a las conferencias y eventos del Grupo de Jugadores Anónimos, lo cual fue muy importante para ella porque escuchaba las experiencias que compartían.
“Escuchar que más allá de todo el relajo que hicieron es el dolor que muchas veces vi en sus rostros y la vergüenza que sentían por haber actuado mal, eso me llevó a entender un poco más a mi esposo, porque es algo difícil confesar lo que se hizo por jugar.
“A personas que están pasando una situación similar les diría que a pesar de que el jugador asista o no a un grupo de recuperación es importante que uno lo haga, porque cuando ellos toquen fondo van a necesitar a alguien fuerte y tenemos que estar preparados”, aconsejó.
Lupita también compartió que le tranquiliza mucho escuchar las experiencias de otras personas que tienen o tuvieron este problema, y enfatizó que es importante entender que acudir a este grupo de apoyo a familiares no es para cambiar a los adictos a las apuestas.
Ludopatía: Nueve años de brindar apoyo
El 23 de marzo del 2015 se fundó el Grupo de Jugadores Anónimos del Bajío en León, que por medio de un programa de 12 pasos espirituales otorga apoyo a ludópatas; actualmente tiene 10 miembros que se reúnen presencialmente los lunes, miércoles y jueves de 7:30 a 9 de la noche.
Jugadores Anónimos es una asociación no lucrativa presente en México desde hace 23 años, en Guanajuato también tiene grupos en Irapuato y Salamanca.
Ludopatía: Para saber
Las personas interesadas en obtener ayuda pueden comunicarse al número 477 890 90 39 o enviar un mensaje a la página de Facebook del Grupo de Jugadores Anónimos del Bajío.
AM