Reino Unido.- Lisa Anderson, una mujer de 44 años, reveló al diario Mirror del Reino Unido su extraño hábito de comer talco, cosa que hace todos los días a todas horas desde hace quince años, y que hasta ahora comenzará a tratar con ayuda de expertos médicos.

De acuerdo a este reporte, Lisa comenzó a consumir talco después de parir a su quinto hijo. Luego de secar al niño tras darle un baño, un poco del polvo cayó en su mano, y asegura que por alguna razón decidió llevárselo a la boca.

Tuve la repentina urgencia de comerlo y simplemente no pude luchar contra él. Simplemente lo lamí de mi mano y realmente lo disfruté. Fue un deseo que nunca supe que tenía”, dijo.

Lisa no puede detener su impulso de consumir talco. FOTO: Captura

Desde ese momento, que ocurrió hace cerca de quince años, no ha dejado de consumir el talco, y solo le gusta el de la marca Johnson’s Baby Powder, en el que ha invertido cerca de 8 mil libras esterlinas, cerca de 168 mil pesos al cambio. Asegura que come un poco de talco cada media hora, y que consume una botella de 200 gramos en un solo día.

El mayor periodo de tiempo que pasado sin comer talco son dos días, y fue el peor momento de mi vida, lo odié”, afirmó.

 

 

Sin embargo, las graves consecuencias que este hábito puede tener en su salud la orillaron a buscar ayuda profesional. El talco proviene de un mineral del mismo nombre, que además incluye arcilla, silicio, magnesio y oxígeno. Si se consume, el talco puede ocasionar dolor en el pecho, fallas en los pulmones, baja presión sanguínea, convulsiones, diarrea y vómito.

Lisa comenzará su tratamiento este año, y los doctores le han explicado que sufre de un trastorno llamado PICA, en el que los humanos tienen el deseo irresistible de mascar sustancias que no tienen valor nutricional, como hielo, arcilla, tierra o papel.

Solo quiero dar a conocer mi caso para concientizar a otras personas. Pasé años sin saber que estaba pasando, y resulta que es una condición médica. Solo quiero que otras personas que padezcan de algo parecido sepan que no están solas”, finalizó.

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