Dolientes cargan el cuerpo de Nachman Mordoff, de 17 años, durante su funeral en el asentamiento cisjordano israelí de Shilo, el miércoles 21 de junio de 2023. Mordoff estaba entre cuatro israelíes asesinados por dos palestinos que dispararon el martes contra un restaurante y una gasolinera cerca del asentamiento israelí de Eli, en Cisjordania

Turmus Ayya, Cisjordania.- Cientos de colonos israelíes asaltaron una población palestina en la Cisjordania ocupada el miércoles, donde incendiaron decenas de autos y viviendas para vengar la muerte de cuatro israelíes a manos de milicianos palestinos el día anterior, dijeron pobladores.

Los palestinos dijeron que un hombre palestino murió en la violencia.

El asalto se produjo al tiempo que el ejército israelí enviaba efectivos adicionales a Cisjordania y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, anunciaba planes para la construcción de 1.000 nuevas viviendas para colonos en respuesta al ataque palestino.

El anuncio sobre los puestos avanzados israelíes amenaza con avivar más aún la tensión tras dos días de confrontaciones letales en el territorio.

Pobladores de Turmus Ayya dijeron que unos 400 colonos que marcharon por la calle principal incendiaron autos, viviendas y árboles.

El alcalde Lafi Adeeb dijo que unas 30 viviendas y 60 autos quedaron parcial o totalmente destruidos.

“Los ataques se intensificaron en la última hora, incluso después que llegó el ejército”, dijo. Al menos ocho palestinos sufrieron heridas en choques, y el ejército intentó dispersar a la gente con balas de goma y gases lacrimógenos. Dijo que hacia la media tarde la situación se tranquilizaba.

Funcionarios médicos palestinos dijeron que un hombre — identificado como Omar Qatin, de 27 años — fue abatido por fuerzas israelíes y que otras dos personas resultaron heridas.

Residentes dijeron que Qatin era padre de dos hijos pequeños y que trabajaba como electricista para la municipalidad local.

“Simplemente estaba allí parado, inocente, era un joven tan amable. No tenía piedras, estaba totalmente desarmado, estaba a por lo menos media milla (un kilómetro) de donde estaban los soldados”, expresó Khamis Jbara, vecino suyo. “Trabajaba de 6 de la mañana a 6 de la tarde. Era un hombre pacífico”.

“Lo que me enfurece es que dispararon a matar. Podrían haberle disparado en la pierna si querían lastimarlo”, añadió.

Residentes palestinos de ese poblado, donde viven varios ciudadanos estadounidenses, estaban encolerizados después del ataque.

Las calles estaban regadas de tazas rotas, árboles derribados, y carros y muebles chamuscados. Por lo menos una vivienda estaba totalmente quemada, con la sala ennegrecida y los muebles reducidos a cenizas.

“Fue aterrador, una turba de gente enmascarada y armada”, relató Mohammed Suleiman, un palestino-estadounidense de 56 años que vive en Chicago y estaba de visita en su pueblo de origen. Dijo que una de las casas quemadas es de su hermano, quien vive en Chicago.

Suleiman culpó a las fuerzas israelíes por no calmar la situación, afirmando que los soldados le dispararon a los palestinos en vez de a los vándalos. “El ejército literalmente les allanaba el camino”, expresó.

Abdulkarim Abdulkarim, de 44 años y residente de Ohio, dijo que los cuatro carros de su familia fueron quemados y que la casa resultó dañada..

“Nos sentimos totalmente desprotegidos”, expresó, visiblemente conmovido.

“A nosotros nos llaman terroristas pero aquí ves terrorismo, apoyado por el gobierno”.

Las fuerzas israelíes dijeron que enviaron efectivos al pueblo “para apagar los incendios, evitar choques y recabar evidencias”. Añadió que los colonos ya se han ido del pueblo, y que la policía israelí ha abierto una investigación.

Las fuerzas israelíes “condenan estos hechos graves de violencia y destrucción de propiedad”, dijo el comunicado, añadiendo que la violencia de los colonos le impide llevar a cabo su “principal misión” de proteger la seguridad nacional y combatir al terrorismo.

El primer ministro palestino Mohammad Shtayeh visitó Turmus Ayya para inspeccionar los daños. En tiempos recientes han aumentado las críticas locales hacia la Autoridad Palestina por no hacer más ante la violencia de los colonos.

Mientras Shtayeh expresaba solidaridad con los habitantes y pedía la intervención de Estados Unidos — debido a la gran cantidad de ciudadanos estadounidenses en la localidad — un vecino le gritó que “nadie debería soportar lo que hemos soportado” y exigió que la Autoridad Palestina “haga más para proteger a su pueblo”.

Egipto y Jordania, los dos primeros países árabes en firmar la paz con Israel, condenaron la violencia de los colonos y pidieron un fin inmediato de los ataques.

Netanyahu criticó la violencia de los colonos, así como una protesta no relacionada de druzos en las Alturas del Golán, que degeneró en violencia.

“No aceptaremos ninguna provocación contra la policía ni contra las fuerzas de seguridad, ni aquí ni en ningún otro lugar”, expresó Netanyahu. “Somos una nación de leyes”.

El ataque trajo recuerdos de otro que se produjo en febrero, en que decenas de autos y viviendas fueron incendiados en la población de Hawara tras el asesinato de dos hermanos israelíes por un pistolero palestino.

El lunes, siete palestinos murieron en una batalla contra el ejército en Yenín, un baluarte de las milicias. La violencia significa una prueba para el gobierno de Israel, donde se multiplican los llamados a una amplia operación militar en Cisjordania.

El tiroteo se produjo un día después de que siete palestinos murieran en una batalla de un día contra tropas israelíes en el bastión miliciano de Yenín. El estallido de violencia planteaba una prueba para el gobierno de ultraderecha israelí y provocó peticiones de una operación militar de gran escala en Cisjordania.

Medios israelíes identificaron a los cuatro fallecidos como Harel Masood, de 21 años; Ofer Fayerman, de 64; Elisha Anteman, de 18 y Nahman-Shmuel Mordoff, de 17. Un civil israelí mató a un agresor en el lugar, mientras que tropas israelíes persiguieron y mataron al segundo tirador tras su huida.

El ejército dijo que estaba reforzando sus tropas en Cisjordania. El miércoles por la mañana indicó que sus soldados habían detenido a tres sospechosos en el poblado palestino de Urif en relación con el ataque y localizó las viviendas de los dos agresores con vistas a su probable demolición.

Israel derriba las casas de atacantes palestinos como parte de una política que según dice pretende disuadir a otros, aunque las voces críticas dicen que la táctica supone un castigo colectivo.

Hamas no se atribuyó oficialmente el ataque, aunque identificó a los dos tiradores -Mohannad Faleh, de 26 años, abatido por un civil en el lugar, y Khaled Sabah, de 24, al que mató el ejército cuando huía- como miembros del grupo.

El día anterior se había producido una gran batalla campal entre milicianos palestinos y tropas israelíes en el campo de refugiados de Yenín. Siete palestinos murieron y más de 90 resultaron heridos en ese incidente. La cifra de muertos llegó a siete el miércoles cuando Sadeel Naghniyeh, de 15 años, falleció por las heridas que había sufrido en el tiroteo, según funcionarios palestinos de Salud.

JFF 

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