Mucho se ha presumido su prohibición, pero qué sabemos de las grasas trans y cómo impacta esta normativa -próxima a entrar en vigor- a la industria panificadora. Te contamos todo al respecto y te damos pistas para identificar un buen pan

 

 

Ciudad de México.- El País se ha unido a la lista de 40 naciones en camino a regular el uso de grasas trans. El decreto aprobado por la Cámara de Diputados, adiciona a la Ley General de Salud el artículo 216 bis.

Los alimentos, bebidas no alcohólicas, aceites y grasas no podrán exceder dos partes de ácidos grasos trans de producción industrial por cada 100 partes del total de ácidos grasos”, indica dicho decreto.

Estudios de la FDA, la OPS y la OMS demuestran, desde hace 30 años, que el consumo regular de grasas y aceites vegetales hidrogenados aumenta el colesterol malo, es difícil de metabolizar y se adhiere a órganos y arterias, lo que aumenta sustancialmente el riesgo de enfermedades cardíacas, vasculares y suman a la probabilidad de desarrollar cáncer.

Su atractivo: cuestan menos, duran más

La panificación tradicional está señalada por abusar de las grasas trans. No es cosa menor, nuestro consumo de pan es de los más altos en América Latina: 33.5 kilos por persona al año.

La industria ha recurrido a estas grasas porque, a temperatura ambiente, están en estado sólido y tardan en descomponerse; dicho de otra forma, alargan por meses la vida en anaquel de los productos que las usan. Las margarinas (grasa vegetal hidrogenada), por ejemplo, tienen mayor durabilidad y menor precio que la mantequilla (hecha con grasa animal). Concretamente, elaborar un croissant con mantequilla representa cinco pesos por pieza, hacerlo con margarina cuesta 2.50, puntualiza Gwenaël Boulet, fundador de Saint Honore, en Querétaro.

Aunado a ello, estas grasas resisten las altas temperaturas de la fritura sin quemarse, pero en una mala práctica se reutilizan, incrementando en cada uso la presencia de radicales libres, que oxidan los alimentos y suman a la probabilidad de desarrollar cáncer.

Muertes de guanajuatenses se deben principalmente a diabetes, obesidad y enfermedades del corazón

Y… mi pan, ¿tiene grasas trans?

“A la panadería tradicional pertenecen grandes transnacionales, cadenas y, en menor medida, panaderías tradicionales de barrio. Por procesos de elaboración e inventarios, por compromisos de venta a largo plazo, dentro y fuera de México, las dos primeras categorías han sobreexplotado el uso de grasas trans”.

“Como Colectivo celebramos que, desde la Secretaría de Salud y las Cámaras, se ponga foco en la nula regulación que, hasta ahora, había en los productos ultraprocesados”.

Kenny Kuri, presidente del Colectivo Mexicano de Panaderos (COMEPAN).

El pan más saludable será aquel que contenga más grano y el que en su composición, tenga 100% harina integral, y para saberlo es conveniente que mires sus ingredientes.

¿Cuándo entra en vigor la prohibición de las grasas trans?

La adición al artículo 216 bis de la Ley General de Salud indica que la venta de ciertos alimentos quedará prohibida en México con entrada en vigor en el mes de septiembre de 2023.

Este decreto aplica a los alimentos que se les haya agregado grasas trans durante el proceso de elaboración industrial.

(Con información de Debate)

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