En 2024, México vivirá el proceso electoral más grande de su historia, en el que no sólo se renovará la Presidencia de la República, sino más de 20 mil 200 cargos federales, estatales y municipales.
Los comicios del próximo 2 de junio definirán si Morena se mantiene en el poder o si enfrenta la alternancia tras sólo un sexenio en Palacio Nacional.
Con una ventaja en las encuestas que ronda los 20 puntos, la candidata oficial, Claudia Sheinbaum (Morena-PT-PVEM), buscará el triunfo en las urnas para dar continuidad al proyecto del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Del otro lado, la abanderada opositora, Xóchitl Gálvez (PAN-PRI-PRD), tendrá cinco meses para tratar de cerrar la elección y dar un viraje en la conducción del Gobierno federal.
En cualquier caso, será la primera vez en la historia que una mujer llegue a la Presidencia del país.
Además de la pelea por el Poder Ejecutivo, los partidos se disputarán 500 curules en la Cámara de Diputados y 128 escaños en el Senado.
Congreso en disputa
Integradas en coaliciones, las fuerzas políticas contenderán también por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y ocho gubernaturas: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
Todas las entidades federativas, con excepción de Coahuila, renovarán sus congresos locales y habrá relevo en mil 803 Ayuntamientos, lo que representa el 73 % de los Gobiernos municipales en el país. En los comicios serán votados 16 mil 724 cargos locales para síndicos, regidores, concejales y auxiliares.
Sólo la organización del proceso, a cargo del INE, tendrá un costo superior a los 10 mil millones de pesos, a lo que suman unos 12 mil millones de pesos de los órganos electorales estatales y unos 10 mil 400 millones de prerrogativas a partidos políticos.
Para una jornada con 98 millones de electores, se instalarán 170 mil casillas, con un despliegue de 1.5 millones de funcionarios.
También será la primera vez que las máximas autoridades responsables de la organización y calificación del proceso estará presididas por dos mujeres: Guadalupe Taddei en el INE y Mónica Soto en el Tribunal Electoral.
Los tiempos de la elección
Por otro lado, entre el primero de marzo y hasta el día de la jornada comicial, la ley establece una “veda electoral” a la que deberán someterse los funcionarios públicos de los tres niveles de Gobierno.
Hasta el momento, Presidencia no tiene contemplada la cancelación de las conferencias “mañaneras” en Palacio Nacional, aunque el Mandatario podría suspender giras y actos masivos en las nueve entidades federativas donde se renovarán gubernaturas.
En este 2024, López Obrador tiene programada la inauguración de varios proyectos federales, así como el envío de polémicas reformas constitucionales al Poder Judicial, al INE y a la Guardia Nacional, que podrían desatar fuertes debates en el Congreso que va de salida.
Además, aún cuando podría adelantar los depósitos de pensiones y apoyos del Bienestar para no violar la veda, en el arranque de este año electoral aumentará en un 25 por ciento en la pensión para 12 millones de adultos mayores.
Entre los anuncios que tiene contemplados el Presidente se encuentran la consolidación del sistema de salud “como el de Dinamarca”, en el primer trimestre del año.
En el mismo periodo pretende inaugurar la totalidad del Tren Maya, la segunda etapa del Tren México-Toluca y concluir la conexión del Tren Suburbano con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Por primera vez en 18 años, López Obrador vivirá una elección presidencial desde el poder y no como candidato opositor.
Con varias medidas cautelares en su haber, el Presidente llega “tocado” a estos comicios, por sistemáticas referencias a partidos, coaliciones, candidatos, encuestas y hasta llamados al voto para que “continúe la transformación”.
Una vez pasadas las elecciones, el tabasqueño y su Gobierno deberán trabajar en las mesas de transición para la entrega-recepción de la Administración federal.
Quien gane la elección del 2 de junio no asumirá la Presidencia el primero de diciembre, sino dos meses antes de lo acostumbrado, como resultado de la reforma electoral de 2014, con la que se busca que el Gobierno entrante tenga mayor control de Paquete Económico.
El primero de octubre de 2024, frente al nuevo Congreso, AMLO entregará la banda presidencial a quien lo suceda en el cargo.
RSV