Hace ocho meses salió al mercado de valores de Nueva York una empresa que causó revuelo por lo novedoso de sus productos: carnes que no son carne. Una fórmula inventada de combinación de plantas y especies convierten una mezcla de chícharos, lentejas, frijoles, remolachas y otros productos naturales en una sabrosa hamburguesa.
La empresa se llama Beyond Meat, “más allá de la carne”. Durante 10 años experimentaron hasta llegar a producir hamburguesas vegetales que se fríen en una plancha, “sangran” y producen un sabor muy parecido a la carne de res.
Los inversionistas se emocionaron mucho e hicieron que en apenas cuatro meses la acción se multiplicara. Una tremenda burbuja económica que se infla y desinfla dependiendo de las noticias del día.
McDonalds está haciendo pruebas en sus hamburgueserías de Canadá, lo que le dio un impulso tremendo a Beyond Meat. Otras empresas en China quieren copiar la fórmula o al menos inventar una propia para el paladar de sus habitantes. Ya producen “picadillo de puerco” vegetal para rellenar sus sabrosos dumplings.
China sufre una epidemia desastrosa con la Peste Porcina Africana.
En dos años pierde la mitad de su hato. De 700 millones de cerditos que tenían, sólo sobreviven la mitad. Se calcula que China tiene la mitad de los puercos del mundo, así que la humanidad perdió una cuarta parte de su hato.
Con el cambio climático cada día será mayor la queja de las futuras generaciones para eliminar los factores que lo producen. Ambientalistas, sobre todo vegetarianos, dicen que parte del calentamiento global se debe al ganado. Aunque no se compara con los combustibles fósiles, provocan discusiones interminables entre productores y los nuevos guardianes del clima.
Hasta el momento producir a base de plantas, hamburguesas, chorizo, picadillo o pollo es más caro que la carne del supermercado. La competencia y la oportunidad de satisfacer a la nueva generación del milenio harán que los precios se equilibren y surjan muchas más empresas en todo el mundo.
Hay otra discusión: la forma en que se crían pollos y puercos por la “inhumanidad” como se les trata. Animales que no se pueden mover y viven hacinados para que no pierdan peso. Hinchados hasta el fin con hormonas y antibióticos, transmiten un espectáculo tétrico cuando los vemos en camiones enjaulados rumbo al matadero.
Cada vuelta de tuerca en el avance evolutivo de nuestra especie provoca una conciencia ampliada. Apenas en el siglo XVIII comprendimos la vileza de la esclavitud. Hasta el siglo XX la mujer obtuvo los mismos derechos ciudadanos que el hombre y hace sólo 3 décadas después se percató la humanidad de que ser gay o lesbiana no era un asunto de vergüenza, de distorsión del carácter, sino parte natural y respetable del género humano.
En el futuro tal vez nos lleguemos a humanizar tanto que no usemos a otras especies como fuente de nutrición. Perder el gusto por las carnitas de puerco o un buen asado tomará algunas generaciones más. Qué decir de un buen jabugo.
Cuando los productos de plantas sean más baratos que la carne e igual de sabrosos, la economía dirigirá el mercado hacia estos alimentos. China observa la carestía por la epidemia porcina y ha tenido que importar de donde sea.
Tal vez por eso los inversionistas hicieron que la acción de Beyond Meat subiera un 50% en apenas lo que va del año.
* Por cierto, ayer las acciones de Tesla subieron un 10%, enfilándose a ser la empresa más valiosa del mundo automotriz.
(Continuará)