El primer año de quiebre político después de la Revolución fue 1968, cuando inició un Consejo Nacional de Huelga en la UNAM. Los estudiantes abrieron una válvula de escape al autoritarismo imperante del PRI. El presidente Gustavo Díaz Ordaz nunca interpretó los deseos de cambio de los jóvenes universitarios. Recurrió a la represión y masacró a cientos presionado por la inminente inauguración de las Olimpiadas.
Gilberto Guevara Niebla era uno de los líderes estudiantiles. Duro, radical y de convicciones de izquierda, fue encarcelado después del 2 de octubre del 68 hasta 1971, cuando se exilió por un tiempo en Chile.
Guevara Niebla tiene 78 años y es considerado uno de los expertos mexicanos en educación. Ha escrito 23 libros sobre el tema y acaba de publicar el último sobre “La regresión educativa”. Subtitulado “La hostilidad de la 4T contra la ilustración”. En el libro 14 expertos describen la tragedia populista del sexenio. Guevara Niebla fue nombrado subsecretario de Educación en 2018 pero al ver cómo se destruía la Reforma Educativa de 2013 sin ser sustituida por algo mejor, rompió con AMLO, como lo han hecho un sinnúmero de intelectuales de izquierda.
Tan sólo leer sus ideales liberales sobre la educación pública y la reflexión que hace sobre el futuro de México nos acerca a un drama silencioso, a una regresión que significa todo. Podemos escuchar los problemas de salud pública porque son tangibles e inmediatos; podemos quejarnos de la desinversión o el estancamiento económico; podemos ver en lo cotidiano el desastre de la seguridad pública y el incremento en la criminalidad.
Pero hay una epidemia silenciosa con la destrucción del sistema educativo por ineptitud y una ideología populista irracional. Los niños y jóvenes verán libros de texto diseñados por asambleas populares, asistirán a universidades patito “Benito Juárez” y nunca serán evaluados para que conozcan su nivel de conocimientos en matemáticas, lenguaje y civismo.
La nueva generación que vivió la pandemia tendrá la peor preparación en décadas. La regresión incluye el nuevo poder entregado a la CNTE y al SNTE para repartir plazas y presupuestos, además de poner como secretaria de Educación a Delfina Gómez, funcionaria que robó a los empleados de Texcoco el 10% de sus ingresos para desviarlos al partido Morena. Triste lección.
Guevara Niebla explica en una pincelada la política de AMLO: “Concibe la educación solo como espacio de oportunidad para sus políticas clientelares, no es capaz de entenderla como transmisión cultural para la justicia, para la democracia y el cambio tecnológico. Su rechazo a la modernidad le impide comprender que la lucha contra la pobreza debe comenzar por producir más riqueza y que la educación, la formación de recursos humanos y buenos ciudadanos es el instrumento más poderoso que tenemos para disminuir la pobreza y construir una sociedad más igualitaria”.
Sé que no es elegante retomar citas tan amplias de un libro pero desde hace tiempo no encontraba cómo describir lo que estamos perdiendo. Olvidemos la destrucción de Texcoco, la guerra a las energías limpias o el desperdicio de recursos en Pemex y la CFE. Lo más grave es la silente regresión educativa, la desinversión en la mente de nuestros niños y jóvenes. Hay una guerra contra la racionalidad, contra la ilustración. Vale la pena leer a un gran disidente de la 4T.