Personajes siniestros se reunieron en el Congreso de la Unión para festejar su amistad con Rusia. Miembros del PT (Partido del Trabajo), del PRI y Morena tuvieron un encuentro con el embajador ruso Víktor Koronelli,  para mostrarle su amistad al pueblo ruso. Todos los demás partidos condenaron el evento.

Son políticos sin una pizca de entendimiento, sin un gramo de valor moral, sin la menor empatía por la víctima que es Ucrania y que pudieran estar a favor del criminal de guerra Vladimir Putin y sus personeros como el embajador ruso. 

Mientras Joe Biden y los miembros de la Comunidad Europea dan albergue, dinero y municiones a los ucranios para que puedan sobrevivir el ataque indiscriminado de las tropas rusas, en México un puñado de miserables se ubican del lado del asesino. Es común de los lamebotas de autócratas y cretinos, acercarse al fuerte aunque sea un asesino; en nuestra historia algunos pensadores tuvieron el valor de reconocer el error de apoyar la dictadura de Fidel Castro, Hugo Chávez o Augusto Pinochet.

La pregunta es: ¿qué gana el líder del PT, diputados de Morena y del PRI en ponerse del lado del Hitler de nuestros días?, ¿qué ganan en Palacio mostrando neutralidad ante un ataque infame a un país pacífico?, ¿qué no son capaces de asomarse a los noticieros para ver la destrucción del bombardeo inmisericorde de los rusos?

La única respuesta posible es que en sus mentes enlamadas habita una ideología marxista totalitaria que dejó de existir hace 32 años. Porque Putin ni siquiera es un campeón de la lucha de clases y la igualdad social. Es un corrupto a quien se le contabilizan por lo menos 100 mil millones de dólares de capital. Su definición es la de un imperialista sin escrúpulos, sin empatía, no sólo para los ucranios sino también para su pueblo, que pasará décadas en recuperarse del daño económico y político de las sanciones de Occidente. 

Al menos tenemos dos diplomáticos preparados con claridad de miras: el Dr. Juan Ramón de la Fuente, representante de México en la ONU y en el Consejo de Seguridad de la institución. De la Fuente condenó sin chistar la invasión, lo mismo hizo el canciller Marcelo Ebrard, ante las dudas y el silencio de Palacio. 

Biden está muy ocupado preparando a su país y a Europa ante un ataque a países de la OTAN, pero su gente en el Departamento de Estado toma nota de la burla que representa jugarle al listo con Rusia. A estas alturas del sexenio ponerse del lado contrario de la historia será un pasivo contingente para la política exterior. Pregunta EU: México, ¿te cae bien Rusia?, ¿celebras cercanía con sus diplomáticos mientras el mundo sufre hambre, inflación y dolor inconmensurable por su causa?, ¿a qué le tiras?

Y ni modo de decir que el PT, Morena y el PRI se mandan solos. Sin la venia de Palacio jamás hubieran festejado la neutralidad pregonada. Pronto el país despertará del letargo para ofrecer ayuda a los ucranianos. En León tendremos una carrera de ayuda y en otras ciudades de la república comenzarán las colectas en solidaridad y por humanidad. 

La gran mayoría de los mexicanos, estoy seguro, apoyamos a Ucrania, el país débil, demócrata que preserva con la vida misma su independencia. ¿Quién en su sano juicio puede estar del lado de un asesino, un demente que se atreve a amenazar a la humanidad con bombas hipersónicas y nucleares?

 

Este es uno de los episodios más tristes que hemos tenido en la Cámara de Diputados. Quienes participaron en esa farsa, no son demócratas, no son patriotas, son simples hijos de Putin.

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