Por la tarde de ayer Morena decía que había ganado cinco de seis gubernaturas. El PAN afirmaba que la alianza tenía 3 estados. A las 8:22 PM los primeros resultados validan las encuestas: Aguascalientes y Durango para la Alianza; Hidalgo, Oaxaca Tamaulipas y Quintana Roo para Morena. 

Lo cierto es que el partido Morena, convertido en órgano casi gubernamental, metió toda la estructura clientelar y recursos oscuros para facilitar la votación de sus seguidores. Nos recordó la época dorada del PRI. Incluso el Presidente presumía obras en Tabasco cuando la ley electoral lo prohíbe. 

Independiente del resultado final, lo tranquilizante es la imparcialidad del órgano autónomo electoral. Los votantes pueden estar seguros de que su sufragio será respetado por esa institución. Puede haber acarreos, compra de votos y otras triquiñuelas antes de llegar a la casilla; pueden existir presiones de grupos de interés pero al final el voto será contado con limpieza por los ciudadanos. 

La semana pasada, la Suprema Corte ratificó el reclamo que hizo el INE de más de 4 mil millones de pesos que le había retenido el Congreso bajo el pretexto de la austeridad. En la CDMX, donde Morena tiene el control de la diputación local, acaban de rasurar el presupuesto. Una clara agresión a las instituciones autónomas construidas durante más de 25 años de lucha democrática. 

Hoy, con los resultados en mano, los partidos comenzarán a prepararse para las elecciones del Estado de México y Coahuila el año que viene. Además tendrán que perfilar de inmediato a los posibles candidatos, sobre todo la Alianza opositora que no ha dicho mucho sobre el proceso abierto prometido.

Según comentarios en los “spaces” de Twitter, la gran incógnita viene del partido bisagra Movimiento Ciudadano. Casi desaparece en la elección de estos seis estados, por lo que sería muy difícil que mande un candidato presidencial por sí mismo, aunque lleve el nombre de Luis Donaldo Colosio. De inmediato las encuestas seguirán los pasos del sentimiento nacional. Por más que el presidente López Obrador apadrine a la corcholata que designe, al no estar en la boleta, será baraja nueva. 

Habíamos comentado que en el mes de mayo la aceptación del Mandatario se había reducido del 62% al 54% en la encuesta diaria que hace la casa Mitofsky para el periódico El Economista. Si a final del año toca el 50% o se recupera de nueva cuenta, la efervescencia política en Morena impedirá que cualquier acto de gobierno tenga independencia de la batalla por la candidatura de ese partido. 

Según un ensayo lúcido y profundo de Héctor Aguilar Camín en la revista Nexos, la elección del 2024 no está decidida porque hay un otoño del Presidente. Es una opinión contraria al fatalismo de muchos opositores como Joaquín López Dóriga y al triunfalismo del partido en el poder. 

La política es un mar que casi nunca está en calma en un país como el nuestro. La alternancia tiene la potencia de corregir el rumbo pero también de deshacer avances como ha sucedido en este sexenio. 

Lo bueno es que el fantasma que recorrió la mente de millones cuando temían un viraje a políticas totalitarias como en Cuba, Venezuela o Nicaragua, no se dará mientras exista el sufragio efectivo y la no reelección. 

 

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