A través de un botón de auxilio las autoridades fueron informadas, el pasado 24 de febrero, de que el cuerpo de una mujer desnuda, de unos 30 años de edad, flotaba en las aguas de la pista de remo y canotaje Virgilio Uribe, situada en Cuemanco, alcaldía de Xochimilco.
Ningún cuerpo había sido encontrado en esa pista en los últimos once años. El cuerpo de aquella mujer, sin embargo, era el segundo que aparecía en menos de tres meses. El primero era el de un adulto mayor hallado a finales de 2021.
En cuatro meses fueron encontrados cuatro cadáveres más. El tercero presentaba graves signos de violencia.
En Xochimilco se impuso la noción de que la mayor parte de los cuerpos podrían corresponder a narcomenudistas, ejecutados en una zona en donde operan de manera visible grupos criminales desprendidos del Cártel de Tláhuac, entre ellos Los Rodolfos.
Aquellas muertes se sumaron a una ola de inseguridad que ha incluido homicidios, feminicidios, intentos de linchamiento, robos a la salida de sucursales bancarias (en mayo, una mujer fue despojada de 149 mil pesos por los tripulantes de una motocicleta), persecuciones de maleantes por las calles de la alcaldía, robos a casa habitación y robos con lesiones, así como la desaparición de niños, niñas, adolescentes y mujeres jóvenes, lo que ha desatado la movilización y el bloqueo de calles por parte de padres de familia.
El pasado 8 de junio, por ejemplo, unas 200 personas bloquearon División del Norte, exigiendo la aparición de Ximena, una adolescente de 15 años de edad que para entonces llevaba dos meses desaparecida.
En los primeros meses de 2022, señalan reportes de México Evalúa, los homicidios crecieron en Xochimilco 50%. El narcomenudeo se disparó 244%.
Hoy es la alcaldía con mayor percepción de inseguridad, según la Encuesta de Percepción de Seguridad Pública Urbana, correspondiente al segundo trimestre de 2022, que el Inegi dio a conocer el martes pasado.
La encuesta mide la sensación de inseguridad de los ciudadanos, el atestiguamiento de conductas delictivas, el cambio de rutinas de las personas por miedo a convertirse en víctimas del delito, la percepción sobre el desempeño de las autoridades de seguridad, el número de hogares o de integrantes de estos que han sido víctimas de la delincuencia, y también el desempeño gubernamental.
Los números son atroces para Tláhuac, Iztacalco, Azcapotzalco y Álvaro Obregón.
Un lustro después del abatimiento de Felipe de Jesús Pérez Luna, “El Ojos”, dos años después de la captura de Luis Felipe Pérez, hijo y sucesor de “El Ojos”, el Cártel de Tláhuac sigue operando al sur de la capital y en especial en la alcaldía que le da nombre.
Hace apenas unos días fue detenida la pareja sentimental del líder abatido, quien según las autoridades de la ciudad había quedado en control de la organización.
Ejecuciones, tiroteos, robos, extorsiones, desapariciones, asaltos… En dicha alcaldía, el 76.6% de las personas se sienten inseguras.
Algo semejante ocurre en Iztacalco y Azcapotzalco, en donde el 72.7 y y el 72% de los ciudadanos consideran que vivir en la alcaldía es peligroso, así como en Álvaro Obregón, en donde opera el grupo criminal del recién detenido Lenin Canchola y en donde el 71.6% de la población se siente insegura.
De hecho, durante el segundo trimestre de 2022, en 13 de las alcaldías capitalinas más de la mitad de la población expresó vivir con una sensación de inseguridad.
Esas alcaldías son Iztapalapa (69.6%), Cuauhtémoc (68.6), Tlalpan (66.8), Gustavo A. Madero (63.5), Venustiano Carranza (62.0), Milpa Alta (58.6%), Magdalena Contreras (58.5) y Coyoacán (55.3).
Solo tres alcaldías fueron percibidas como las más seguras de la CDMX. Dos de ellas: Miguel Hidalgo y Cuajimalpa, con 42.7% y 37.3%.
Mención aparte merece Benito Juárez, donde solo 24.2% de la población admitió sentirse insegura. Dicho de otro modo: el 75.8% de los habitantes de la alcaldía manifestaron sentirse seguros.
Benito Juárez es, por cierto, la segunda alcaldía con mayor percepción de seguridad a nivel nacional.
La encuesta nacional de seguridad pública urbana revela una ciudad menos sonriente que la que aparece en las campañas políticas y los discursos oficiales. Una ciudad en la que habría que voltear a mirar qué están haciendo bien, se diría que en contra de todo, los alcaldes de Miguel Hidalgo y Cuajimalpa, y sobre todo, el de Benito Juárez (curiosamente, los tres son de oposición).
Habría que preguntarse qué no se está haciendo en los peores lugares de la ciudad: Xochimilco, Tláhuac, Iztacalco, Azcapotzalco y Álvaro Obregón.