ALGO muy preocupante debe estar viendo el Fondo Monetario Internacional, pues ya advirtió que en 2023 México sufrirá un grave descalabro económico.
EL ORGANISMO ajustó al alza su pronóstico para 2022, al pasarlo de 2 a 2.4% (cosa que el Gobierno presumirá). Pero al mismo tiempo bajó drásticamente su proyección para 2023, de 2.5 a sólo 1.2% de crecimiento de la economía (cosa que el Gobierno negará).
TRADUCIDO al español, esto significa que los efectos de la crisis seguirán sintiéndose en los bolsillos de los mexicanos más allá del 2024. Y lo que es peor: el pronóstico deja ver que en México habrá recesión por lo menos la segunda mitad del próximo año. Así que (también) en materia económica, el de Andrés Manuel López Obrador será un sexenio perdido.
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AHÍ VIENE el gran fraude electoral en Morena: los cercanos a Claudia Sheinbaum han estado operando con malas mañas en varios estados, para acaparar los lugares disponibles para el Congreso Nacional morenista de septiembre.
LA IDEA es asegurar la mayoría, para así amarrar la candidatura presidencial para la jefa de Gobierno. No es casualidad que Mario Delgado haya dicho que podría ser en ese congreso donde se “pongan de acuerdo” en el método de selección quienes aspiran a la candidatura, las corcholatas, pues.
CUENTAN que hay entidades en las que los propios gobernadores se han encargado de maniobrar para asegurarse de que al Congreso no llegue la auténtica militancia, sino los incondicionales de Sheinbaum. Y si no lo creen, pregúntenle a Cuitláhuac García.
EL PROCESO de renovación del Congreso Nacional ha sido un cochinero de tal tamaño, que Morena ha dado a conocer tres listados diferentes de aspirantes a congresistas. El pretexto fue que “alguien” hackeó la página del partido, pero la realidad es que las listas han sido manoseadas, manipuladas y tachoneadas una y otra vez.
ASÍ QUE seguramente de nada les servirá a Marcelo Ebrard y a Ricardo Monreal pedir que haya piso parejo, pues en realidad lo que no hay, ni siquiera, es piso.
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CUESTA trabajo creer que la misma Policía de la CDMX que no tiene fama de ser muy ducha, haya descubierto e incautado, así como así, un cargamento de 1.6 toneladas de cocaína proveniente de Colombia.
OBVIAMENTE eso no le resta mérito a la SSC que encabeza Omar García Harfuch, pero resulta inevitable preguntar cómo le hicieron para dar ese golpazo al crimen organizado. Según diversos cálculos, la droga le habría significado a los narcos un ingreso de ¡400 millones de pesos!
LO CURIOSO es que cuando se pregunta en la Secretaría de Seguridad Ciudadana cómo le hicieron para descubrir el cargamento de cocaína, la respuesta es: ¡Ni i-DEA!