MÁS ALLÁ del tremendo cochinero en el que se convirtió el primer día de la elección de los delegados al Congreso Nacional de Morena, detrás de las malas prácticas que fueron desde la violencia y quema de urnas hasta la entrega de despensas, se alcanzaron a ver profundas grietas en ese partido.

POR UN LADO, el senador Ricardo Monreal de plano renegó del proceso y decidió no participar y, por otro, los cercanos a la ex secretaria de la Función Pública Irma Eréndira Sandoval y su marido, John Ackerman, organizaron brigadas de “cazamapaches” para balconear a sus adversarios.

EN CONTRASTE, gobernadores morenistas, como la campechana Layda Sansores, y la dirigencia nacional encabezada por Mario Delgado presumieron que su proceso interno fue democrático limpio, abierto, plural y ordenado.

Y CON TODO y que Delgado insistió en lanzar mensajes de unidad, lo que se ve venir es que la discordia sembrada ayer entre las facciones morenistas va que vuela para fracturar el movimiento que ganó la elección presidencial de 2018.

MIENTRAS hay quienes tienen un pie fuera del morenismo en medio de los cocolazos internos por la candidatura presidencial de 2024, llamó la atención que Marcelo Ebrard por fin se afilió a ese partido para poder participar en la elección de delegados que arrancó ayer.

ASÍ ES QUE el canciller, que comenzó su carrera política en el PRI, luego fue diputado federal por el PVEM, fundó y encabezó el PCD, ganó la Jefatura de Gobierno abanderando al PRD e intentó ser candidato a San Lázaro por MC, ya es formalmente militante de Morena.

Y LO HIZO ante la envidia de los jugadores de la Selección Nacional de futbol que tienen como meta en Qatar llegar al quinto partido… ¡cuando Ebrard ya va en el sexto!

MAESTRO, por favor, acérquele un micrófono al dirigente del PVEM en el Edomex, José “Pepe” Couttolenc, y arránquese con aquella arrabalera y llegadora canción que dice: “vendeee caro tu amooor…”.

CUENTAN que por más que el ex legislador pevemista diga que su partido irá solo en la elección para gobernador de 2023, lo que en realidad está haciendo es subirle el costo a la negociación para sumarse a uno de los dos bloques de partidos que se están conformando en la entidad.

PORQUE, viendo cómo pintan las encuestas, el partido del tucán podría ser el que aportara los votos que harían la diferencia en un virtual empate técnico entre la alianza PRI-PAN-PRD y la conformada por Morena-PT-Panal. Ahora sí que ¿quién da más?

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