Un grupo de empresarios del Bajío imaginó lo que puede ser nuestra región si se promueve a nivel internacional como el mejor lugar para invertir. Guanajuato, Aguascalientes, Querétaro, Michoacán y San Luis Potosí son las entidades donde los empresarios se unen para atraer negocios.
La idea no es complicada y puede compartirse con los gobiernos estatales y municipales, las instituciones que cuentan con presupuesto en sus secretarías de desarrollo económico. Qué decir de universidades públicas y privadas que pueden unirse para la investigación y el desarrollo de la idea.
Las 32 empresas unidas son de giro diverso: inmobiliarias, agropecuarias e industriales. El primer paso sólido será abrir las puertas del Bajío con una oficina de representación en Texas, el estado vecino que crece vertiginosamente y produce más que nuestro País. Tan sólo en las cuatro principales ciudades de ese estado hay un enorme mercado. Houston, Dallas, San Antonio y Austin pueden ser el inicio de su promoción.
En un video promocional de la nueva institución, reflejan todo lo bueno que tiene el Bajío para producir. Industria automotriz, aeronáutica, agropecuaria y de partes. Hay todo para atraer inversión: parques industriales, energía, agua y la gente más comprometida y entusiasta para trabajar.
La agencia de noticias Bloomberg anunciaba ayer que la fábrica de baterías más grande del mundo había suspendido la decisión de invertir en Norteamérica. El conflicto provocado por la líder del congreso estadounidense, Nanci Pelosi, con su visita a Taiwán. Contemporary Amperex Technology de China planeaba invertir en Ciudad Juárez o Saltillo unos 5 mil millones de dólares para surtir a Tesla y a Ford. Al parecer esperará a que pase la tormenta política para decidir en septiembre.
Esa inversión puede llegar a México gracias al T-MEC y es un buen ejemplo de lo que puede llegar a nuestra región si hay unidad entre los empresarios. En lugar de competir entre los estados por conquistar inversión extranjera, la iniciativa permite ofrecer un “buffet” de oportunidades. Lo mismo se puede atender a un fabricante de baterías que a una autopartera que a una planta de alimentos.
También se puede ampliar el número de agentes y representantes en el extranjero. Por lo menos tener presencia en cinco o seis ciudades de Estados Unidos y Canadá y varias en Europa. El costo repartido entre empresarios y gobiernos de los cinco estados no pinta en comparación con el beneficio de atraer empresas y tecnología.
A pesar de la política displicente y errática de la Federación, vemos que no disminuye el espíritu empresarial en el Bajío. La mejor muestra es el proyecto El Gran Bajío. Como todo arranque o “startup”, habrá que tener paciencia y determinación para que madure. Se deberán tocar puertas y negociar beneficios para los inversionistas, como se hace en todo el mundo.
La mejor carta de presentación son los logros de las armadoras de autos y sus proveedores. GM, Honda, Mazda y Toyota en Guanajuato; BMW y GM en San Luis Potosí y Nissan en Aguascalientes son ejemplo de productividad y armonía. Alrededor de ellas hay cientos de fabricantes de partes y servicios. Llanteras como Pirelli y Michelin o fabricantes de motores como Volkswagen.
Ante la oleada de dificultades y retos como la pandemia, la inseguridad y los ciclos políticos y económicos, sabemos que prevalece el espíritu emprendedor, la auténtica fuente de crecimiento y bienestar.