Cuando en la 4T dicen que van a “macanear”, inocentemente creemos todos que hablan de practicar el bateo o jugar beisbol. Pero después de lo que pasó el domingo en Gómez Palacio, Durango, y en casi todo el País en las internas de Morena nos percatamos de que de lo que hablan es de golpear con bates a quienes no siguen la línea y pretenden agarrar la vía independiente en las casillas de elección para representantes en el “Congreso” elector morenista.

Las palabras de Alejandro Rojas, seguidor del senador Ricardo Monreal, lo resumieron de manera por demás elocuente: “Fueron (refiriéndose a las ‘elecciones’ del fin de semana) LAS OLIMPIADAS DEL FRAUDE, vimos todas las prácticas de coacción y compra de votos, así como la manipulación, engaño, movilización grosera e indignante de beneficiarios de los programas sociales”.

Decir que el proceso electoral, o selector, de Morena indica una clara tendencia tiránica y antidemocrática, representa una observación empírica, no crítica. Ello porque son ellos mismos víctimas y verdugos, es entre ellos la trampa: si alguien debe indignarse por las falsas medallas que reparten en esta Olimpiada del Fraude son los propios “socios” de esta membresía.

El desgarriate, el crimen de imposición de voluntades, es contra los morenistas, aunque claro que debemos deducir por lógica que estas prácticas megaviciadas que exhiben hoy de manera tan cínica poseen todo indicio de que serán las mismas que emplearán en el 2024 para “ganar” la Presidencia. Esto con el candidato, o candidata, que estos “congresistas” impuestos a batazos elijan en un ejercicio nada libre.

De repetirse esta conducta, en las elecciones del 2024 las víctimas seremos todos los mexicanos.

¿Permitiremos que con engaños y simulaciones nos impongan un Presidente -o Presidenta- que puede que sea uno (o una) que no queramos los mexicanos?

Sólo que sin respeto a las PRÁCTICAS DEMOCRÁTICAS nuestros votos serán anulados, seguramente a BATAZOS, como en Durango.

Nótese que la denuncia del Sr. Rojas habla de que los “beneficiarios de los programas sociales” están siendo empleados por funcionarios actuales para inclinar la balanza a su favor.

Ha resultado cierto lo que siempre se ha dicho: que los beneficiarios de los programas de dádivas del Gobierno federal han sido comprados para que en las urnas muestren su “agradecimiento” hacia quienes les dan el dinero (que es del pueblo, porque el pueblo lo aporta) votando como les ordenan mediante un papelito con los nombres de quienes deben recibir su voto.

Lo menos que se puede decir es que los operadores de Morena y encargados del proceso son un verdaderos diablos.

Los hechos, denunciados por los mismos morenistas -adicionales al señor Rojas, gente como John Ackerman- resultan alarmantes si se insertan como un asomo a lo que nos espera nacionalmente en las elecciones presidenciales, senatoriales y, en algunos Estados, gubernatoriales del 2024.

Estos señores están resultando ser grandes maestros del engaño, sin duda que poseen tamaños como para jugar en las Grandes Ligas del autoritarismo y de la simulación. 

Hablando de lo cual no podemos dejar de mencionar que junto con estas “elecciones”/fraude olímpico, la 4T se aventó otra jugada similar con el decreto quesque para ayudar a Nuevo León a solventar su crisis del agua.

Aprovechándose de la INOCENCIA (o por lo menos quisiéramos pensar que es inocencia) de un gobernante bisoño, demasiado joven (34 años apenas), lo indujeron -con espejismos y promesas falsas- a que suscribiera un convenio con la Federación en que -en los hechos- CEDE el control de la paraestatal que controla el agua en Nuevo León, Agua y Drenaje, a funcionarios de la Conagua, para que luego con el decreto la Federación se autoconceda la facultad de decir CUÁL DEBE SER el uso prioritario del agua en la zona metropolitana de Monterrey, capital industrial de México.

De un plumazo estos señores que les pintan bigotes a los diablos rojos tomaron el control del agua en Nuevo León.

Esto es peligroso, pues no sólo viola los preceptos republicanos, sino que adicionalmente pudiera ser la punta de un feo iceberg: que en el fondo y en lo oscurito, MC de Dante Delgado es un aliado encubierto de la 4T. Algo que se ha sospechado desde hace tiempo.

De ser cierto esto, permítannos anticiparles, estimados amigos, que las elecciones presidenciales del 2024 harán ver a las actuales “elecciones” de Morena como una fiesta con tómbola y pollitos coloreados de regalo a los participantes.

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