El último número de la revista “Physics Today” publicada por la Sociedad de Física
Norteamericana presenta algunos ejemplos del siglo diecinueve dedicados a la enseñanza de la física, entonces todavía llamada filosofía natural, en el mundo angloparlante. Los lectores típicos pertenecían a familias protestantes y por tanto no deberá ser extraño ver textos que mezclan temas científicos con temas teológicos.
El siguiente ejemplo me parece francamente encantador por su candidez. Esta tomado del libro de M.A. Swift, “First Lesson on Natural Philosophy for Children” publicado por Brown & Gross en 1884. Originalmente está escrito en forma de poema y mi traducción es la siguiente:
“El arcoíris
¿Has visto el arcoíris cuando llueve, a menos que el Sol esté brillante?
Yo no.
¿Entonces cuáles son las dos cosas necesarias para tener un arcoíris?
Un Sol brillante y lluvia.
¿Por qué el arcoíris es tan hermoso?
Tiene hermosos colores brillantes en un arco espléndido y cuando lo vemos recordamos la promesa que Dios le hizo a Noé de que no volvería a inundar el mundo nuevamente
¿Por qué el arcoíris nos hace pensar en esta promesa?
Porque Dios dijo que el arco en el cielo sería un signo de que Él nunca abandonaría al mundo nuevamente.
Por tanto cuando vemos el arcoíris ¿No es como si Dios nos mencionara esta promesa?
Así es; y esto debería de hacernos muy felices y agradecidos con nuestro Padre celestial por su generosidad con nosotros, cada vez que vemos el arcoíris en el cielo.”
Bueno, lo anterior es una lección de filosofía natural para niños, dedicada al arcoíris.
La estructura parecida a la de un catecismo con preguntas y respuestas, y su cándida mezcla de un tema científico con extractos de la Biblia seguramente nos hará reflexionar en los siglos que tiene la humanidad tratando de delimitar con claridad las áreas de competencia de estas dos áreas del interés humano que son la ciencia y la religión. En la actualidad ningún libro de primaria o secundaria, que yo conozca, mezclaría estos temas al hablar del arcoíris.