Hay hasta fotografías. El avión del “Rey del Huachicol”, en el que viajaron poderosos políticos de Morena, está siendo desmantelado en un hangar del estado de Morelos. Están desapareciendo la escena del crimen. La aeronave es una de las pruebas más contundentes de los lazos entre el crimen organizado y el partido en el poder.

Así me lo revelan fuentes que atestiguaron el hecho. El objetivo aparentemente es desmontar las turbinas y cambiarlas, para luego proceder a modificar la matrícula de la aeronave. Esto permitiría borrar su delictivo historial y tener un avión reluciente sin una bitácora escandalosa en el archivo. Maquillaje, pues.

Ese avión privado figura en la investigación que realiza el gobierno de Estados Unidos sobre este asunto. Es la aeronave de Sergio Carmona Angulo, alias “El Rey del Huachicol”, en la que invitó a viajar a Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, y al gobernador electo de Tamaulipas, el también morenista Américo Villarreal, además de a otros personajes de altos vuelos.

En esta columna publiqué en junio “La historia completa del Rey del Huachicol” en tres entregas, sobre los vínculos de Carmona Angulo con Morena. Los millones y los aviones. El tema lo ha reporteado también el colega Héctor de Mauleón, quien este lunes en su columna de El Universal citó el testimonio de Miguel “R”, piloto del avión del “Rey del Huachicol”, quien detalló la lista de pasajeros VIP.

El gobierno y el partido han seguido la estrategia de minimizar el escándalo de los vínculos financieros con el “Rey del Huachicol”. Pero conforme avanzan las semanas se van sumando datos, documentos, fotografías, testimonios. Las implicaciones son brutales. Lo que significa para el presidente, su gobierno, su partido y su movimiento tiene un potencial político letal. En cualquier país medianamente serio, habría turbulencia mayor con este asunto. Si existiera una Fiscalía independiente ya habría abierto una profunda investigación. Y tendrían que estar siendo citados a declarar los más encumbrados políticos en el poder. Pero bueno, estamos en México. Ya veremos hasta dónde llega, si llega a algún lado.

SACIAMORBOS

Las condiciones de los trabajadores mineros no han cambiado en las últimas dos décadas: muchísimos siguen viviendo en condiciones casi de esclavitud, condiciones de trabajo francamente inhumanas que les implican arriesgar sistemáticamente la vida, sin las medidas de seguridad ni las supervisiones que deberían velar por su integridad.

En cambio, las condiciones de vida del líder minero en esas dos décadas sí que han mejorado. Se trata de “Napito”, como se apoda al senador morenista y dirigente sindical minero Napoleón Gómez Urrutia, quien heredó el sindicato de su papá. “Napito” y sus hijos se la viven entre lujos que hemos documentado.

El líder sindical lleva vida de millonario mientras los trabajadores viven como esclavos. Antes era priista. Ahora es de Morena, y goza de cabal impunidad.

historiasreportero@gmail.com

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