Los hechos violentos de quema de vehículos y comercios con algunos bloqueos en el estado de Guanajuato, iniciados el martes de la semana pasada, provocaron miedo en la ciudadanía. Las redes sociales reportaron ataques con balaceras donde se incluían, además de los Oxxos, bares y restaurantes, mencionando también robo de coches para la quema. Los mensajes pedían no salir de casa y mantenerse alejado de varios puntos específicos. Se hablaba de una supuesta aprehensión de un capo y en caso de no soltarlo secuestrarían estudiantes, colgarían a policías y ataques a fuerzas del orden. Mencionaban un estado de alarma grave.
Con eso de que más vale prevenir que lamentar, la Universidad de Guanajuato y UNAM suspendieron actividades presenciales. La ciudadanía sintió temor por la seguridad de sus seres queridos pidiéndoles no salir de casa en lo posible y de estar alertas para poder protegerse. Nunca se sabe cuándo una bala perdida o deliberada puede arrebatar la vida por estar en un lugar por pura coincidencia.
Los mensajes de las redes sociales muchas veces tienen la intención de alertar a la población sin contemplar que al mismo tiempo pueden causar pánico y acrecentar la percepción de inseguridad. El Dr. Carlos J. Vilalta se dedica al estudio de los elementos espaciales y temporales del crimen y del miedo que genera, además de políticas de prevención y estadística criminal. Cito lo que este experto dice al respecto: “El miedo al crimen, pese a su importancia en la calidad de vida, es una de las áreas menos atendidas de la política criminal. Debe aclararse en ese punto que esta área de política criminal es importante porque incide considerablemente en el nivel de bienestar de los individuos en general, sean estos víctimas o no del delito. El miedo al crimen impacta de forma negativa nuestras rutinas o hábitos, limitando la realización de actividades que deberíamos poder hacer libremente. También impacta nuestra libertad de movernos entre espacios. Y en general, el miedo causa un detrimento en el estado anímico. Por estos motivos, las políticas de reducción de miedo al crimen deberían considerarse tan importantes como las políticas de prevención y reducción del crimen”.
Vilalta indica que no comprender las causas de la delincuencia y descartar evidencia puede conducir a estrategias ineficaces, particularmente a nivel local. Entre las causas menciona las penurias económicas que incluyen desempleo y marginalidad. Otra conducta asociada es una combinación de desintegración familiar, ausentismo escolar y estructura de edad de la población. El consumo de alcohol y drogas es otro factor relacionado con la delincuencia.
La guerra entre grupos criminales crece dejando a su paso asesinatos, balaceras, incendios y bloqueos por el control del tráfico y venta de drogas. La estrategia de seguridad del presidente AMLO es poco clara, sin dirección y con un tufo de conciliación.
La Presidenta de la ciudad de León indica que es importante que la ciudadanía colabore reportando cualquier tipo de acción al 911, no compartir información falsa que genere miedo y temor y, sobre todo, mantenernos unidos.
LALC