Hace 10 años, fui invitado a presentar en la FENAL, aquí en León, el libro “Sobre mis pasos”, de Cuauhtémoc Cárdenas.
Presentar un libro es difícil, pero presentar una vida, lo es más. “Sobre mis pasos” es un recorrido autobiográfico de los esfuerzos de Cuauhtémoc Cárdenas en favor de una nación más justa e independiente. Pero es también una narración personal que muestra a un ser humano completo, sincero y de carne y hueso, a quien admiro.
En el texto recorremos su vida como hijo de un Presidente de la República, su trabajo profesional como ingeniero, su acercamiento a la vida política, su experiencia como Gobernador del vecino Michoacán y también su valiente ruptura con el PRI para proponer una alternativa que cimbró al sistema priista: el Frente Democrático Nacional.
“Sobre mis pasos” nos permite conocer de cerca también a quien es recordado como el mejor Presidente del México moderno: el general Lázaro Cárdenas y también comprender cómo se entreteje el poder y saber que en el seno del priísmo se confrontaban las corrientes nacionalistas con las neoliberales y que más tarde provocarían su división. Podemos recorrer en el libro episodios de la vida nacional en los primeros 9 y comprender por qué Cárdenas opta por la construcción de un frente nacionalista: el dolor ante golpes de estado en América Latina, el asesinato de luchadores sociales (algunos colaboradores suyos), la experiencia de Michoacán y la construcción de la Corriente Democrática en el PRI para culminar todo en la campaña de 1988 y el escandaloso fraude electoral causado por la “caída del sistema” materializada por el maldito Bartlett. Plantea el porqué de las segunda y tercera campañas presidenciales; el apoyo al EZLN y la búsqueda de la intermediación y su papel activo en la solución del conflicto.
Conocí al ingeniero Cárdenas siendo su anfitrión cuando en su campaña presidencial del 2000 visitó la Universidad Tecnológica de León. Allí, en el único espacio universitario público que recibió por años a voces distintas que llegaban al Bajío; allí, en ese espacio donde tenían cabida todas las voces, donde estuvo el CGH de la UNAM, las Abejas de Chiapas, Comisiones del EZLN, movimientos territoriales y tantos grupos cuya voz no tenía cabida en espacios leoneses.
Al recorrer las más de 600 páginas del texto, comprendí cómo se fue dando su toma de conciencia de los desafíos del País al contacto con las mayorías pobres. Lleno de anécdotas, referencias, textos, es fácil coincidir con la cuarta de forros del libro: Cuauhtémoc Cárdenas es un hombre de ideas y esencialmente de acciones y fue el luchador social clave para la derrota de la alguna vez llamada por Vargas Llosa “dictadura perfecta” del PRI. Presidente de México elegido por las mayorías en 1988 en medio de un enorme fraude electoral, supo, sin embargo, calcular lo que perdería el País si lo incitaba a la rebelión a reclamar el triunfo legítimo. Congruente y líder, supo mantener ese capital político para ser más tarde Jefe de Gobierno de la Capital del País y mantener en esa ciudad una alternativa de gobierno con enfoque a la gente más pobre.
Los testimonios de vida como el que descubrimos en “Sobre mis pasos”, nos incitan a seguir vivos y luchando, pues a pesar del desencanto que muchos tenemos con AMLO, en lo que creímos, sería un gobierno efectivo. El año pasado, después de leer “Por una izquierda progresista”, escrito por Cárdenas, reitero mi esperanza en tener líderes congruentes con los principios de combatividad de la izquierda, con capacidad de convocar a la unidad y mantener el pacto civil desterrando al narco y al militarismo, los grandes aliados de AMLO. Cárdenas entiende que solo con el concurso de las clases medias e intelectuales, junto con las mayorías pobres, es que se construirá un mejor mañana.
Hoy, recuerdo al gran Cárdenas, el conciliador y unificador. Fue una experiencia de vida estar junto a alguien de la estatura del Ingeniero Cárdenas cuando al conocerle de frente y estrechar su mano, su vida y ejemplo invitan más a escucharle para aprender de sus pasos y a comprometernos a construir esa sociedad más justa por la que él dio la vida.