Asistí junto al pueblo, como pueblo que soy, al informe de la Presidenta Municipal realizado el jueves en el Teatro Bicentenario. Llegué a las 6 y desde las carpas acondicionadas afuera del recinto escuché el primer informe que hace Ale Gutiérrez a nombre del Ayuntamiento, de todas las acciones realizadas en su mandato, pues la rendición de cuentas es indispensable en toda democracia y es nuestra obligación como ciudadanos informarnos y verificar que las promesas se cumplan.
Cuando una mujer gobierna, o es rectora de una universidad, o es la gerente de una empresa, el liderazgo es diferente. Ellas tienen más sensibilidad a los demás y esa visión poliédrica, sistémica, que permite sentir lo que nosotros, los varones, no sentimos. Ale por eso presentó su informe a esa usanza tan suya, con los tenis blancos que le hacen pisar bien el terreno, desde el rojo intenso de su vestir. Siguiendo poco el guion, se apoyó en testimoniales y videos para transmitir lo hecho.
En las casi 3 horas, la Presidenta buscó llegar a la mente de los líderes congregados e invitados especiales ubicados cómodamente en la parte central del Teatro, a través de cifras, de logros, inversiones, indicadores, cobertura. Pero cuando buscó conectar con el corazón de las mayorías, a través de historias y del recorrer que hace con el pueblo, fue diferente; ya con la esposa del policía, o como asistente dominical a los parques o con los colonos que le invitaron a su casa. Y esto es lo que yo resaltaría sobre los anteriores alcaldes varones que ha tenido la ciudad: el contacto juvenil con la gente de León desde el corazón.
Ubicado desde lo que espera el pueblo y cómo piensa y siente, el informe dio cuenta de que ha escuchado a través de la campaña y del presupuesto participativo, las prioridades que la gente define. Que debe haber una inversión en seguridad en primer lugar y en infraestructura social con servicios básicos municipales para quienes tienen poco o nada y que la inversión al final se traduce en mejores condiciones de vida. No estuvo presente en mi opinión el desafío del agua y de la pobreza, el primero estructural y el segundo, la realidad que nos debe interpelar a todos.
Ale no habló de adversarios, de odios, de enemigos o de echarle culpas de los problemas al pasado. Ella es reflejo de una generación joven que busca en el futuro la posibilidad de trascender y hacer lo mejor sin dividir, dejando de lado los rencores. Se centró en motivar a la audiencia fiel (sostenerse 3 horas en un recinto es casi de héroes) a que veamos todo lo que nos une superando lo que nos divide. Aunque no partió propiamente de un diagnóstico social (la palabra “pobreza” no fue mencionada en el informe), sí fue repetida la de desafíos y retos, proponiendo acciones presupuestales para crear infraestructura social, ya en redes de agua potable, en ciclovías, en vialidades, en alumbrado.
La apuesta por parques, la considero la más relevante junto con el “pase verde”, una acción que muchos reclamábamos para que el pueblo tuviera acceso gratuito a los espacios públicos. Vialidades, apoyo a las microempresas, apoyos educativos, fueron repetidos en el discurso, apoyado por videos locales que nos tocan las fibras que nos ligan a este terruño. El incremento en sueldos y capacitación universitaria para policías fue destacado, lo mismo que la inversión en apoyos sociales para enfermos y adultos mayores. La escucha a la ciudadanía a través del presupuesto participativo, miércoles ciudadanos y “Mi Barrio escucha”, fueron presentados como una estrategia eficaz para tomar decisiones de inversión. Fue también comentado que habría un concentrador de los consejos empresariales que operan en la ciudad, como Sapal, la Feria, Metropolitano, Zoológico, Explora, etc.
Son logros de toda la comunidad y gobierno, que León haya recuperado los niveles de empleo prepandemia y que la actividad económica sea ya casi normal; que la industria del calzado se dinamice y el ritmo de atracción de inversiones se mantenga a pesar del castigo del gobierno federal en dejar de regresarnos decenas de miles de millones de los impuestos que generamos los leoneses. Me gustó el tono esperanzador de una joven Presidenta Municipal, tanto como deseo que sean los gobernantes: inspiradores, con fuerza, llenos de esperanza, la única manera de enfrentar con fe el futuro tan complejo de nuestro querido País.
MTOP