El “ratata-ta-tatatata” de los mariachis ha sido ya suplantado en este México mortífero con el repiquetear de la metralla de las AR-15 y las AK-47. ¡A ese negro son bailan nuestras autoridades encargadas de la “seguridad pública”!
Quienes portan estas armas, y las hacen sonar, son indiferentes a los abrazos que les mandan desde Palacio Nacional: igual matan a la despachadora de pipas de la refinería de Salina Cruz, Oaxaca, que a la Diputada morelense Gabriela Marín Sánchez, o prácticamente desaparecen bajo la metralla los poderes municipales de San Miguel Totolapan, en Guerrero, asesinando al alcalde Conrado Mendoza; a su padre, el ex alcalde Juan Mendoza; a un MENOR DE EDAD y a 17 personas, entre ellas, empleados municipales.
Cuando suceden estos CRÍMENES de lesa humanidad suelen afirmar los responsables de la “seguridad” que todo se debe al enfrentamiento de dos bandas rivales. Como si esperaran que la opinión pública respondiera: “¡Ah, bueno, menos mal que es entre ellos!”. Con estas “explicaciones” pareciera como si todo fuese “normal”. ¿Y el menor muerto?, inocente que pierde la vida por estar en el lugar incorrecto en el momento incorrecto. A él y a sus padres, ¿cómo les ayuda saber que murió porque “Los Tequileros” y “El Colima” no se pueden ver?
Estos asesinatos son evidencia del mal que nos aqueja: el crimen, los cárteles y sus sicarios están metidos hasta el tuétano en la vida pública nacional. ¿Por qué acribillan a la responsable de dar entrada y salida a las pipas de la refinería de Salina Cruz? ¡Porque seguramente no quiso ceder a los cárteles metidos en el huachicoleo o al tráfico de gasolina robada a PEMEX! Señal de que PEMEX, o grandes partes de él, están ya infiltrados por la delincuencia.
¿Por qué atacan la Presidencia Municipal de un pueblo matando a sus representantes? No descarten que alguien lo considere (al pueblo) “SU” territorio, y hay quien piense que está equivocado. Sea cual fuese la causa, sigue la misma pregunta: ¿en dónde está “la” autoridad, el Gobierno, estatal o federal? “La autoridad” está rebasada, y en los hechos incapaz de proteger a nadie, ni siquiera a “los suyos”, mucho menos de imponer la PAZ y el ORDEN en la comunidad.
Basta ya de la excusa de que la violencia es entre grupos antagónicos, porque si hubiese orden no existiría la impunidad, y sin impunidad no habría CÁRTELES, ni sicarios, ni MATANZAS. La violencia tiene su propia dinámica, y ésta no se altera CON o SIN la presencia del Ejército, y tampoco muestra el menor rastro de disminuir con las “estrategias” que dice este Gobierno aplicar. ¿De qué sirve juntarse a las 6 de la mañana cuando no hay muestras de que “la autoridad” haya ganado espacios a los delincuentes?
Nos parece increíble la cantidad de REVESES que acumula este Gobierno sin que ninguno lo haga repensar sus posiciones o alterar su respuesta. No hablamos sólo de la creciente violencia, hechos intolerables en cualquier país democrático, como el registrado en San Miguel Totolapan, sino de reveses en todos los frentes.
Por ejemplo, en los arbitrajes que ha PERDIDO la CFE con fuerte cargo al erario (122 mdd y contando) por violaciones de políticas energéticas y anti T-MEC de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, quien no pocos piensan que es la que debió RENUNCIAR en lugar de Tatiana Clouthier. No se diga del espantainversiones Manuel Bartlett, petate del muerto de la 4T, y que tendrá que firmar los cheques de las indemnizaciones.
A eso se suma el fracaso de Dos Bocas, aún sin refinar y costando ya el DOBLE de lo presupuestado; el Tren Maya, que según sus mismos constructores (el Ejército) va lento y mal, o el aeropuerto vacío en Santa Lucía, que ni el propio Presidente usa para sus periplos por el País.
La fracasada demanda en USA contra fabricantes de armas, culpándolos de nuestras fallas en el control de la delincuencia; osos diplomáticos como el “Plan de Paz” para Ucrania o el desdén a la reunión de las Américas en Los Ángeles, tropiezo tras tropiezo y como las mulas tercas cuando agarran el surco atravesado: ¡ni se detienen ni se enderezan!