TAN MAL andan las finanzas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador que ya quieren agandallarse ¡cuentas bancarias! que estén inactivas. El primer paso se dio ayer mismo en la Cámara de Diputados.

EL PRETEXTO para el despojo, perdón, para el aprovechamiento de esos recursos es que serán destinados a la seguridad pública. De entrada no suena mal, pero la letra chiquita señala que se le entregará al gobierno sin especificar exactamente cómo deberá utilizar el dinero, con lo cual se pierde todo el sentido de la medida.

LA PROPUESTA original de Ignacio Mier y la diputada Juanita Guerra era que el 70 por ciento de ese monto se destinara a los municipios pero, ¡oh, sorpresa!, se sacaron de la manga una nueva iniciativa para reducir los recursos municipales y aumentar la bolsa para el gobierno federal.

CON ESO de que ya se acabaron todos los guardaditos, en la 4T se están poniendo demasiado creativos para encontrar dinero.

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HAY APOYOS que se sienten como puñaladas, tal es el caso de la campaña de promoción de Adán Augusto López que se está impulsando desde Aguascalientes. Los morenistas de aquel estado andan empujando la frase: “Que siga López, porque estamos Agusto”, como para medio disimular que se trata del Secretario de Gobernación.

LA POBREZA del eslogan no debería de sorprender, pues viene de Arturo Ávila, un empresario que sueña con ser gobernador, pero que no ha ganado ni una elección en su colonia. Para más señas es el mismo que alguna vez se presentó -agárrense- como ¡el Iron Man mexicano!, luciendo armadura, barba y toda la cosa para parecerse al Tony Stark de Marvel Comics. Con esos apoyos, Adán Augusto no debe estar muy a gusto.

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COMO suele suceder cuando su imagen resulta abollada, Andrés Manuel López Obrador se apresuró a minimizar el libro “El Rey del Cash”. No ofrece pruebas, es la cantaleta del Mandatario y de su ejército en redes sociales que tratan de restarle importancia a la gravedad de las revelaciones hechas por Elena Chávez.

CLARO que no hay pruebas de que la vida política de AMLO esté rodeada de carretadas de dinero en efectivo. De ello pueden dar fe René Bejarano, Carlos Ímaz, su hermano Pío y por supuesto Delfina Gómez, entre muchos otros expertos en el manejo de efectivo a manos llenas.

SIN EMBARGO, tras leer el libro queda claro que en lugar de “primero los pobres”, el verdadero lema del Presidente es… ¡primero los sobres!

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