LA MARCHA de los ardidos, así es como llaman en redes sociales a la movilización convocada por Andrés Manuel López Obrador para que le demuestren apoyo y respaldo sus huestes, tras la marcha ciudadana del pasado domingo.
HACIENDO a un lado las etiquetas y los adjetivos, resulta difícil entender para qué necesita tal muestra de afecto el autoproclamado Presidente más popular de la historia. Pero, bueno, sin duda será un día histórico, pues no se recuerda a otro mandatario mexicano haciendo tal ostentación de supuesto apoyo.
DEBE SER mera casualidad que la movilización de López Obrador se parezca tanto a las que hacían Luis Echeverría y José López Portillo. Del “Arriba y Adelante” y “La Solución Somos Todos” al… “Mi marcha es más grande”.
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PARA DARSE una idea de cuánto le interesa la cultura al gobierno federal, apenas ayer se entregaron los Premios Nacionales de Artes y Literatura… ¡de 2020 y 2021! Los dos años de retraso no merecieron ni una explicación por parte de las autoridades y la supuesta ceremonia se limitó a un simple segmento de la conferencia mañanera. ¿Y la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto? Aplaudiendo, por supuesto.
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VAYA ESPALDARAZO consiguió el alcalde Antonio Astiazarán de parte, ni más ni menos, que del norteamericano John Kerry. El representante de Estados Unidos para el combate al cambio climático reconoció y aplaudió los programas ambientales instrumentados por el panista en Hermosillo.
SE TRATA de la puesta en marcha de toda una flotilla de patrullas eléctricas, el impulso de energías solares en oficinas públicas y varios convenios con diversas organizaciones y autoridades. El reconocimiento se dio, justamente, al inicio del Foro Mundial de Energía Solar que se lleva a cabo en la capital de Sonora.
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LAS RECIENTES declaraciones de Joaquín Sabina deben haberle dolido a AMLO más que aquella canción que dice: “Vivo en el número siete, Calle Melancolía”. Y es que el cantante, uno de los favoritos del Presidente, reveló que ya no es “tan de izquierdas” porque tiene ojos, oídos y cabeza para darse de cuenta del fracaso de estos gobiernos.
SABINA, que no es de los que se calla las cosas, de plano, dijo que la izquierda en Latinoamérica anda a la deriva. Será interesante ver si en su gira del próximo año es invitado a cantar en el Zócalo capitalino, como Joan Manuel Serrat y Silvio Rodríguez. Ya se sabe que a la 4T no le gusta que se hable de realidades y Joaquín Sabina sigue siendo fiel a aquella vieja canción suya: “Yo le quería decir la verdad, por amarga que fuera”.