¿Quién los entiende?
Aunque ningún borracho come lumbre, como bien señala nuestra Olla dominical, fue sorprendente el tono que mantuvo el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández durante su visita a León, el jueves pasado.
Acostumbrados a la confrontación perpetua del Gobierno federal con Guanajuato, nadie se esperaba una reunión tan tersa como la que se llevó a cabo. Y es que si bien es cierto que desde hace tiempo, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador se ha referido al gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo con respeto y hasta chispas de afecto, nadie se esperaba la lluvia de elogios generalizados que hubo.
Diego Sinhue cosecha los frutos de su inalterable prudencia a la hora de responder a los ataques. Fue mesurado cuando nos dejaron sin gasolina, sostuvo el sistema de salud en el ámbito estatal sin pelearse y luego ha mantenido la calma ante los cuestionamientos por la inseguridad en Guanajuato, algunos de los cuales muchos compartimos.
Pero lo del jueves fue otro nivel. Cuando el secretario de Gobernación dijo que en Guanajuato “hay un trabajo profesional, aquí trabajan muy bien de manera coordinada los tres ejes para garantizar la seguridad, que es el área de la prevención del delito que está a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública, el área de la procuración de la justicia que está a cargo de la Fiscalía del Estado y la impartición de justicia, que está a cargo del Poder Judicial, hay armonía”, muchos habrán pensado seguramente que se habían equivocado de salón en el hotel Hotsson, especialmente los militantes de Morena que acudieron a la cita.
Como sea, ahí quedan los términos del otro tabasqueño para contrastarlos cuando se produzca el próximo embate desde la mañanera u otro podio. Y queda también que los elogios vinieran acompañados del anuncio del envío de otro contingente militar en apoyo de nuestra maltrecha situación en materia de seguridad.
Planeta en peligro
Otro de los pronunciamientos del Secretario que llamó la atención fue su felicitación al Gobernador por implementar el programa Planet Youth y destacar que es el único de los estados con una política para la atención de los jóvenes.
No podemos saber si en realidad el programa está en el radar de las autoridades federales o fue un simple detalle que apareció a la hora de hacer la lista de los frases amables que nos iba a dedicar. Como sea, parece significativo que se aplauda un esfuerzo de salud del gobierno que en enero del año de la pandemia, justo a tiempo como señalan algunos, se negó a sumarse al desastre que acabó siendo el Insabi.
Precisamente el día anterior, hubo noticias del Planet Youth, con el anuncio de la celebración del segundo congreso internacional para la prevención de adicciones, del 13 al 15 de diciembre en el Poliforum León y que se enfocará, según anunciaron el Gobernador y el secretario de Salud, Daniel Díaz, a la familia, la escuela, el grupo de pares y el tiempo libre.
La estrategia del Planet Youth, a la cual ya se han destinado, de acuerdo con las autoridades, 150 millones de pesos, ha pasado al parecer de las palabras a los hechos.
De acuerdo con lo que se informó el miércoles, para conocer los alcances del problema en la entidad han sido encuestados ya 128 mil 635 estudiantes de 2 mil 282 escuelas secundarias, 230 de las cuales han sido consideradas prioritarias y han sido “intervenidas”, con monitoreo familiar.
“Se intervinieron también mil 369 primarias alrededor de las secundarias con riesgo, y hay otras 157 escuelas de Nivel Medio Superior que están participando con acciones del modelo Planet Youth”, sostuvo el Gobernador: será interesante conocer a fondo qué supone este proceso y, sobre todo, sus resultados.
Por cierto, también durante la semana se produjo el ingreso del secretario Díaz Díaz al PAN. Las especulaciones son variadas, solo queda desear que allá donde siga su carrera el doctor, si busca el voto y lo favorece, pueda impulsar la continuidad de esta estrategia, qué tanta falta nos hace.
Tercer invierno con el virus
Viene la temporada invernal y si en algo coinciden todos los expertos es que con ella habrá un aumento de los casos de COVID.
En un compendio muy completo, publicado a lo largo de la última semana y media (algunos trabajos son anteriores, solo fueron actualizados) The New York Times pasó revista a los aspectos fundamentales sobre el tema.
Con respecto a las nuevas variantes, hay al menos seis que se disputan el dominio del escenario y como ya se ha dicho, todas son ‘descendientes’ del ómicron y hasta ahora no pintan para provocar un panorama similar al que trajo su ancestro, ni siquiera la llamada “pesadilla”, que por lo visto no lo será tanto.
Con respecto a los tratamientos, llama la atención que el horizonte ya no ha cambiado, seguramente por las dificultades para hallar nuevos remedios pero también por el alivio que trajo el relativo control de la pandemia gracias a las campañas de vacunación. El caso es que la lista de los tratamientos sigue constreñida al Paxlovid y el Molnupiravir.
Una de las piezas más interesantes de la recopilación, la más reciente, es la que se refiere a la otra pandemia: la de la depresión post Covid, un mal que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud se incrementó, junto con la ansiedad, 25% en todo el planeta.
“Los problemas de salud, el duelo por perder a seres queridos, el aislamiento social y la interrupción de las actividades cotidianas fueron la combinación perfecta que contribuyó al desasosiego, sobre todo al inicio de la pandemia”, señala el reportaje, al retratar un proceso que padeció el mundo entero, Como ocurre con otras afecciones similares, la temporada de celebraciones de fin de año ayuda poco, por lo que seguramente será un problema que veremos aumentar en las próximas semanas.
Pero más allá de los trastornos como tal, hay cada vez mayor evidencia científica de que la pandemia, un fenómeno extraordinario que no habíamos vivido ninguno de los que la sorteamos, cambió sin remedio nuestra forma de ser, un tema sobre el que seguramente leeremos y veremos muchas cosas en los próximos años.
¿Qué ver, qué leer?
Elizabeth Holmes, la polémica emprendedora de Silicon Valley, pasó este viernes de ser considerada “la nueva Steve Jobs” a recibir una condena de 11 años de cárcel por tres cargos de fraude electrónico y uno de conspiración para defraudar a inversores con su compañía Theranos.
Como se sabe, la firma llegó a tener un valor de 9 mil millones de dólares, todo por la falsa promesa de haber desarrollado una revolucionaria máquina capaz de realizar cualquier análisis en unas horas y con apenas unas gotas de muestra: el sueño de todos los fanáticos de las agujas como su servidor.
Pero todo fue un engaño, y hay dos piezas accesibles y dignas de verse sobre el tema: “The inventor: out for blood in Silicon Valley”, un documental de HBO, que revela con todo detalle el fraude, y “The dropout”, una versión dramatizada de los hechos, bastante bien lograda. Llorosa, Holmes lamentó los hechos al recibir la sentencia. Muy tarde, como se puede ver.
MCMH