¿Han asesinado periodistas? O sea, no.”.
Rosario Piedra
La presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra, vive en el autoengaño. Este 23 de noviembre, ante la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, declaró que la CNDH “hoy trabaja más que nunca en toda su historia como organismo autónomo y es más autónoma que nunca, no solo ante el Gobierno federal, sino ante partidos, grupos de poder económico y político y, sobre todo, frente a los poderes fácticos.”.
No hay, sin embargo, ninguna indicación de que mantenga esa autonomía. La CNDH se ha convertido en un simple apéndice del gobierno. Por eso la recomendación general 046/2022 en que pide al Congreso “las acciones legislativas necesarias que garanticen el derecho pleno a la democracia del pueblo mexicano. así como garantizar un órgano realmente autónomo de cualquier poder. que asegure la transparencia del proceso electoral y el recuento efectivo de votos.”.
Esta recomendación viola el artículo 102 de la Constitución, que establece que las comisiones de derechos humanos no serán “competentes tratándose de asuntos electorales”. Ofrece un abierto apoyo a las intenciones del gobierno de desmantelar el Instituto Nacional Electoral y reemplazarlo por un organismo más cercano al gobierno. El INE y su predecesor el IFE han demostrado su autonomía y defensa de la democracia, al presidir sobre el único período en la historia nacional de alternancia de partidos en el poder. Esta autonomía fue clave para que Morena conquistara los triunfos electorales que lo llevaron al poder; pero si a AMLO le convenía un árbitro electoral imparcial y eficaz en la oposición, ya no lo quiere hoy desde el poder.
Lo que resulta realmente increíble es el argumento de Piedra para justificar la recomendación. Lo reiteró este 22 de noviembre ante los diputados: “Por eso la recomendación que hicimos para lo del INE, porque hubo una masacre terrible el 7 de julio de 1952 de más de 500 ciudadanos que se manifestaban en forma pacífica y lo único que pretendían era que se respetara el derecho al voto y hubo un fraude electoral”. Es mucha ignorancia o hipocresía. En 1952 las elecciones las organizaba la Secretaría de Gobernación. El IFE se creó en 1990, el INE en 2014. Ibarra se cuidó, sin embargo, de no mencionar el fraude electoral de 1988 contra Cuauhtémoc Cárdenas, por el que protestó su propia madre, Rosario Ibarra, ya que el entonces Secretario de Gobernación y presidente de la Comisión Federal Electoral era Manuel Bartlett.
Apenas el 21 de noviembre fue asesinado a balazos en Xalapa, Veracruz, el periodista Pedro Pablo Kumul. Son ya 17 los periodistas asesinados en nuestro México solo en este 2022. La presidenta de la CNDH, sin embargo, no ofreció siquiera un pésame; dedicó, eso sí, un espacio de su presentación a atacar a los periodistas “chayoteros”. No va a pasar, dijo, “que despilfarremos el dinero del pueblo en repartir chayotes para que nos alaben”. No señaló qué periodistas supuestamente recibieron sobornos, ni presentó pruebas.
“La CNDH simplemente reproduce el discurso presidencial”, me dijo ayer Leopoldo Maldonado, director general de Artículo 19, una organización de defensa de los periodistas. “Rosario Ibarra sólo ha defendido a Sanjuana Martínez”, la directora de Notimex. Esto lo hace “en un país con más de 110 mil desaparecidos” y en “el año más letal para los periodistas” en la historia.
No, a la presidenta de la CNDH no le interesan los derechos humanos. Piensa que su trabajo es respaldar las causas del “señor presidente”.
Intervención
AMLO canceló la cumbre de la Alianza del Pacífico, pese a que ya llegaban los invitados, porque el Congreso peruano negó permiso de viaje al presidente Pedro Castillo. Si hubiera realizado la reunión, dijo, habría avalado las “actitudes de intolerancia” del Congreso peruano. Está interviniendo así en la política interna del Perú.
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