¿Estaremos exagerando? ¿Hay una amenaza real a la democracia mexicana o son fantasmas? ¿Está México a un tris de romper institucionalidad o es un espejismo? ¿Hasta dónde ha penetrado el narco, hasta dónde las Fuerzas Armadas están ya en el juego? Vivimos días cruciales. La vida de 130 millones de mexicanos depende -en buena medida- de dos personas. Absurdo, pero ocurrió.
Los datos no dejan duda: el país se ha empobrecido. La pandemia es sólo una parte. Muchos otros países se han recuperado e incluso avanzado. Vietnam, asombroso. Las decisiones de la 4T, son la otra explicación. Hoy México es más injusto. Los programas asistencialistas buscan lealtades, nada las garantizan. La violencia nos ahoga. Zacatecas arde. Acribillan a un general y a un juez. El penal de Cieneguillas es un polvorín. Las violaciones a los Derechos Humanos avasallan. Las necedades gubernamentales en energía, están a punto de llevarnos a un Panel en que -todo indica- perderíamos. A México le costaría alrededor de 20,000 mdd. Las presiones al Judicial, que trataron hacer suyo, no cesan.
Día con día, la realidad se arroja sobre los mexicanos. No hay exageración, la amenaza a la democracia es real. La perversión nos gobierna. En un acto de negación colectiva, muchos no quieren creerlo. Lo que ocurre es tan grave, que voltean la mirada. Una camarilla amoral está en el poder. Estamos a punto de perder a México.
Increíble, de las decisiones de dos personajes y sus incondicionales, depende -en gran parte- el destino de este país. Sus nombres: Alejandro Moreno y Dante Delgado. Si Moreno se dobla en estas horas y cede a la regresión política, volveremos a un país de autoritarismo descarado. Medio siglo para atrás. Si Dante Delgado no acepta ir con la Alianza, las posibilidades de desplazar a la camarilla disminuyen. Llegó la hora, sabremos de qué están hechos. ¿Ética o arribismo? Santiago Creel lo dijo a Excélsior con toda claridad, “Si el PRI cede, se acaba Va por México”. No conozco a Moreno, mucho se dice de su corrupción. Pero sus escenarios personales son claros. Si se dobla, quedará sellado como corrupto y… traidor. Si resiste y llega al desafuero, se quita de encima la calidad de traidor. En el muy complejo intento de desafuero, sería víctima y podría lavar algo de cara.
Si Dante Delgado sigue jugando a la vanidad individualista, en los hechos, le abrirá la puerta a la continuidad. MC difícilmente superará el 6 o 7%. Además, los que hace un año eran sus promesas, Samuel García y Colosio, hoy naufragan. Alfaro se debate en un pantano. Le queda Chertorivski y no mucho más. Esa es su realidad. En cambio, si Dante acepta ir con la coalición en ciernes, jugaría un papel relevante en el rescate de su patria.
De no ir, seguirá siendo marginal. Su prurito de pureza para su movimiento, puede hundir a una generación de mexicanos. No es exageración. Su definición a favor de la democracia en el actual momento histórico, haría que su nombre creciera. Su negativa ya le está costando mucho a México y a su figura. MC tiene el poder para romper el círculo vicioso: “no se ve a nadie, no van ganar” por -con MC- “van a ganar y hay varios”.
Debemos y podemos salir de la especulación pesimista. Hay muchos elementos para construir una especulación optimista. El tiempo se agota. Si el anuncio llega rápido, la sinergia les daría una gran fuerza. Imaginemos la simple foto de los cuatro, la instantánea e inevitable aritmética en la mente de millones: “así ganan, yo jalo”. El respaldo al INE y a la legalidad, los foros por todo el país, los rostros nuevos -hoy semiocultos por temor al hostigamiento, estarían arropados por la Alianza y partirían plaza. De pronto el horizonte sería otro. La señal al exterior, recuperaría la imagen de México en el mundo. Las inversiones regresarían la mirada.
Resistencia y la Alianza, también son su mejor opción personal. Pueden hacer la diferencia. Pero si flaquean, serán responsables de perder a México.