VAYA PARADOJA: hoy es cuando Andrés Manuel López Obrador más necesita a quien menos quiere: a Ricardo Monreal. Que se concrete o no el golpe de la 4T contra la democracia pasa por las manos del zacatecano.
PORQUE si el coordinador de Morena en el Senado decide meter a la congeladora el “Plan B” de la mal llamada reforma electoral, se frustrarían los anhelos presidenciales de ver aprobada por el Congreso su andanada contra el INE.
AL IGUAL que en la Cámara de Diputados, los morenistas y sus aliados requieren de una mayoría simple para sacar adelante los cambios legales. Sin embargo, Monreal parece decidido a meterle freno y obligar a que, por lo menos, las y los senadores lean los dictámenes antes de aprobarlos.
LA GRAN DUDA es si el ala dura de la bancada morenista en el Senado tendrá la suficiente fuerza y convocatoria para brincarse a su coordinador y, echando montón, aprobar una reforma que ni conocen.
DE CONCRETARSE el golpe, el conflicto terminará decidiéndose -una vez más- en la Suprema Corte, dado el enooorme cochinero en el proceso legislativo. Así que en este maratón por la democracia, la meta aún está muy lejos.
FINALMENTE la Cámara de Diputados decidió llamar a comparecer (en modo light) a Leonel Cota, titular de Segalmex, la empresa estatal de la 4T hundida en los escándalos de corrupción.
LA DIPUTADA María Elena Pérez-Jaén fue de las que más estuvieron insistiendo para que el funcionario diera la cara ante la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación. Y aunque los morenistas se resistían, al final dos diputadas guindas, honor a quien honor merece, apoyaron la propuesta: Inés Parra y Adela Ramos.
SI BIEN la bancada de Morena obligó a quitarle el título de comparecencia y llamó al encuentro “mesa de trabajo”, al menos es un logro que Cota por fin pueda ser cuestionado por las transas en Segalmex, que no logró la autonomía alimentaria, pero sí la riqueza instantánea para algunos de sus funcionarios.
¿CÓMO decir que te echas para atrás sin decir que te echas para atrás? El gobierno mexicano encontró una manera de comerse sus palabras, de manera muy disimulada. Según reveló la propia Raquel Buenrostro, el Presidente le ofreció a Estados Unidos mandar hasta 2025 la prohibición para la entrada de maíz amarillo transgénico.
ES DECIR, no revoca la instrucción que dio sin tomar en cuenta a la ciencia, pero le pasa la bolita al siguiente gobierno. No está claro si los negociadores norteamericanos están dispuestos a aceptar el parche que les ofrecieron en Palacio Nacional. Pero al menos la titular de Economía parece muy entusiasmada con la idea de seguir pateando el bote.