CERRAR el 2022 abriendo un nuevo pleito diplomático, ahora con Perú, ¿por qué no? Si alguna vez soñó Andrés Manuel López Obrador con ser el nuevo caudillo latinoamericano, lo está logrando… ¡pero al revés!
Y ES QUE tras el fallido golpe de Estado de Pedro Castillo y su posterior encarcelamiento, el presidente mexicano está metiéndose donde no lo llaman y eso ya ha provocado reacciones de molestia desde Lima. Entre otras cosas dicen que se entromete en los asuntos soberanos de Perú y, sobre todo, le cuestionan que quiera darle asilo como si fuera un perseguido político a quien, en realidad, trató de romper el orden constitucional de aquel país.
EL PROBLEMA para López Obrador es que con el cambio en la Presidencia peruana, dicen que es muy probable que salgan a flote los detalles oscuros de su cercana relación con Castillo. No hay que olvidar que AMLO envió al propio Rogelio Ramírez de la O, de Hacienda; y a Ariadna Montiel, de la Secretaría del Bienestar, a asesorar al mandatario para llevar la 4T a Perú.
SERÁ interesante ver qué encuentra la nueva mandataria, Dina Boluarte, en los archivos presidenciales sobre la asesoría obradorista a Pedro Castillo.
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HOY MISMO se inaugura en Morelia una pista de hielo, lo cual le caerá de perlas al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, que anda patinando feo con la conducción de esa entidad. Según lo que se comenta en Michoacán, el mandatario morenista no parece conmoverse con la inseguridad que padecen todos los días los habitantes de aquel estado.
DICEN QUE anda más interesado en ver cómo se acomoda para la foto en favor de alguna de las corcholatas de Morena, que en ver cómo devolverle la tranquilidad a su atribulada población. Para colmo, las denuncias por manejos extraños en su administración han provocado que el platillo local ya no sean los uchepos… ¡sino los cochupos!
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¡VIRGEN SANTA! Justo el día de la Guadalupana, en el Senado le quieren dar la puntilla a la democracia mexicana. Para el lunes próximo ya se citó a las comisiones de Gobernación y de Estudios Legislativos para dictaminar el “Plan B” de la mal llamada reforma electoral.
EL COORDINADOR Ricardo Monreal había prometido que no se legislaría al vapor como sucedió en la Cámara de Diputados, donde se aprobó en unas cuantas horas un dictamen que no leyó nadie. Habrá que ver si en la reunión convocada por Mónica Fernández y Rafael Espino realmente se respeta el procedimiento legislativo… o si se vuelve a echar a andar la aplanadora de la 4T.
NO SERÍA extraño que la sociedad civil volviera a movilizarse el lunes para exigir respeto al sistema electoral. La otra opción es esperar que haya un milagro y que la morenita ilumine a los morenistas.