Los soldados romanos, en sus conquistas del Medio Oriente, habían conocido el culto del dios Mitra, lo adoptaron y lo llevaron a Roma, de modo que la celebración de su nacimiento, el 25 de diciembre, era una festividad muy destacada. Mitra fue divinidad indoirania vigente desde unos mil años antes de Cristo, también nacido de una virgen, adorado por pastores al nacer, visitado en la cueva en que nació por sacerdotes persas llamados Magos, había arrojado al Mal del cielo y su función era cargar con los pecados y las iniquidades de la humanidad. Así mismo, muere y resucita cada 25 de diciembre.
El mundo cristiano celebra la Navidad cada 25 de diciembre, que dicen corresponder al nacimiento de Jesús de Nazaret. Sin embargo, en ningún texto canónico o apócrifo de la vida o los hechos de Jesús se da un solo dato sobre el día y mes de su nacimiento. Pero, sí hay eventos sin discusión en que el 25 de diciembre corresponde a la fecha del nacimiento del dios Mitra, el Sol Invicto, la Luz Nueva que resucita para derrotar a las tinieblas, que fue adorado y reverenciado por el ejército romano, incluido el emperador.
Para todos los pueblos antiguos, el día del año en que el sol alcanza el punto más bajo sobre el horizonte, era un día de lamentos por la muerte del astro, pero se inundaban de felicidad al día siguiente en que nacía de nuevo venciendo su letargo invernal y anunciando la próxima primavera. Al Sol Invicto, representación de Mitra y estandarte de Constantino, se le reconocía el poder de renacer siempre victorioso de las tinieblas en las que se sumerge, muere y resucita a diario.
Prácticamente, todos los cultos patriarcales orientales son cultos solares y la historia de sus dioses nos muestra que todos corren una suerte similar. De esta manera, Osiris nace como un dios libertador para remediar las penas de los humanos; Baco carga con las culpas de estos; es muerto en primavera y resucita a los tres días. Lo mismo ocurre con Adonis, Dionisos, Atis y otros dioses más. Todos mueren y resucitan; de manera semejante a la muerte simbólica de la Naturaleza en invierno y su renacimiento en primavera.
Esta relación con la primavera, el ritual del huevo de Pascua es un símbolo del florecimiento primaveral en prácticamente todas las culturas del mundo desde la época neolítica. En Egipto, se los colgaba en los templos y se realizaban intercambios de huevos decorados. Para los pueblos escandinavos, esos huevos coloridos recibían el nombre de “huevos de Ostara”, la diosa de la primavera. Los antiguos hablaban del huevo cósmico.
¿Por qué el nacimiento de Jesús y Mitra está acompañado de pastores? Porque era justamente la gente de campo la que celebraba con mayor gozo el regreso de los meses fértiles y de reproducción de la Naturaleza. Esa relación de la muerte y el renacimiento del dios sería razón suficiente para que el arcángel Gabriel diera a los pastores la buena nueva del nacimiento de Jesús y de Mitra, del renacimiento del sol, que es la promesa de una nueva primavera.
No se sabe qué día nació Jesús. Fue resuelto de manera arbitraria el asunto del día y mes de su nacimiento, falta definir el año. Quirino llegó a Judea como legado imperial y realizó en el 6 o 7 d.C. un censo de los habitantes y de sus propiedades con fines fiscales. Por lo tanto, puede afirmarse que el censo de Quirino no pudo tener lugar en tiempo de Herodes, porque este muere 4 años antes de Cristo.
La Saturnalia era un festival de invierno en honor a Saturno, dios de la agricultura, en el que era adorado para que regresara y diera nuevamente calor a la tierra, a fin de que la siembra de primavera pudiera ocurrir. Todos los estratos sociales, griegos y romanos se dedicaban al festejo, se intercambiaban regalos entre las multitudes, cantando: “¡Ha llegado la Saturnalia!”.
De acuerdo con el poeta pagano Virgilio, se hacía una ofrenda debajo de un árbol de hoja perenne decorado con figurillas, al igual como se hace con las decoraciones navideñas hoy. ¿No suena todo esto familiar? ¿Regalos, cantar en las calles, árboles de hoja perenne, decoraciones, ofrendas bajo el árbol, festejos y banquetes? Como dato curioso, también se festeja el 25 de diciembre a: Hermes, Buda, Krishna, Horus, Heracles, Adonis, Tammuz, Mitra, Zaratustra, Dionisos y Jesús, sin que se sepa con precisión el día de su nacimiento. Festejemos la Navidad, sumándonos a los cultos milenarios de la humanidad, y unámonos a la larga cadena de la tradición… ¡¡¡Feliz Navidad y hasta el próximo año!!!