NO, EL PRESIDENTE no es culpable de la inflación que se come el ingreso de las familias mexicanas, pero sí es responsable de las malas decisiones económicas de su gobierno que no favorecen el crecimiento.
NO, EL PRESIDENTE no provocó la crisis de seguridad que vive el país, pero sí cobijó la impunidad y la violencia al optar por cruzarse de brazos ante el crimen organizado, dejando en el desamparo a la sociedad civil.
NO, EL PRESIDENTE no tiene la culpa de la enorme desigualdad económica que padece México, de norte a sur y de costa a costa, pero sí tomó la decisión de enfocar su gobierno en mantener la pobreza, no en combatirla.
NO, EL PRESIDENTE no disparó el arma contra el periodista Ciro Gómez Leyva, pero sí ha disparado -un día sí otro también- todo tipo de dardos envenenados contra la prensa que no lo adula, contra quien se atreve a cuestionarlo e inclusive contra los suyos que no le dicen que sí a todo.
ASÍ QUE NO, definitivamente no se puede culpar al Presidente de todo lo que pasa en el país, pero sería bueno ir deslindando responsabilidades, pues todo desastre debe tener nombre y apellido.

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EN EL CÓNCLAVE de ayer del Partido Verde hubo sorpresas, fuertes presencias y notorias ausencias. La gran sorpresa, por supuesto, fue el anuncio de que los verdes irán solos en las elecciones para las gubernaturas del Estado de México y de Coahuila; y en una de ésas hasta en la presidencial.
CONOCIENDO que ese partido no se rige por principios, sino por precios, habrá que ver si le están vendiendo caro su amor a Morena o si, por el contrario, ya les llegaron al precio en el PRI. Porque una cosa es segura: cuando se habla del PVEM, no se habla de democracia, sino de ganancia.
EN LA REUNIÓN de accionistas, perdón, de militantes, llamó la atención que el potosino Ricardo Gallardo fue de los que más jaló reflectores; en tanto que el gran ausente fue el dueño del partido, Jorge Emilio González Martínez. ¿Será que ya traspasaron el negocio y no le avisaron a nadie? Es pregunta al costo.

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ES CURIOSO: pese a ser Piedra, la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos resultó ser sumamente cómoda para el poder. Y es que mientras las ombudsperson en el mundo son incómodas para los gobiernos, Rosario Piedra Ibarra ha optado por asumir un papel de docilidad y complicidad con la 4T.
NUEVAMENTE la CNDH se puso en contra de la sociedad y en favor del gobierno, al designar arbitrariamente a sus representantes para la elección de los próximos consejeros del INE. Por ley, la comisión forma parte del comité de selección, pero en lugar de llevar el tema a su propio Comité Técnico, integrado por representantes ciudadanos, ¡lo ignoró!
POR SUPUESTO los integrantes ya protestaron y acusaron a la titular de la CNDH de pasar por encima de su propia normatividad. Pero ya se sabe que la señora Piedra sólo escucha los deseos y la voz que emanan desde Palacio Nacional.

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