La visita de los presidentes de EU y Canadá ofrecía una oportunidad de oro para poner sobre la mesa temas fundamentales para México.”
En algunas décadas será posible apreciar la magnitud del histórico punto de inflexión que hoy vive la humanidad. Además de que vamos saliendo de la peor pandemia en un siglo, de que estamos frente a un reto existencial por la amenaza manifiesta del cambio climático, de que vivimos los albores de la revolución tecnológica más disruptiva jamás vista, el mundo encara los riesgos que provienen de la primera conflagración militar en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, enfrenta la posibilidad de un conflicto entre Israel e Irán que desestabilizaría Medio Oriente y generaría caos en el mercado energético mundial, además de que sabemos que es sólo cuestión de tiempo para que China invada Taiwán y ponga a prueba el compromiso de EU para defender a ese país.
En medio de tan complejo entorno, se dio la primera reunión en México en décadas con los presidentes de EU y Canadá, países con los que hemos consolidado, a través de 30 años, la alianza comercial más poderosa del mundo. La oportunidad era inmejorable para tomar por los cuernos temas de impostergable relevancia para México. Se nos presenta la mejor oportunidad en generaciones para acelerar nuestra integración a Norteamérica cuando EU enfrenta dos retos monumentales: primero, tienen que sacar de China la enorme capacidad industrial que ahí han instalado. La inminente confrontación entre ambas potencias lo vuelve urgente, y las dificultades logísticas que estrangularon las cadenas de suministro durante la pandemia lo hacen deseable. Segundo, EU enfrenta una severa escasez de trabajadores como resultado de que la enorme ayuda económica que recibieron les permite quedarse en casa, al darles ahorro para posponer su regreso al empleo. Adicionalmente, millones menos migraron a EU durante la pandemia, afectando a familias y a empresas de servicios. Esa escasez laboral hace difícil reducir la presión inflacionaria originada por la interrupción en las cadenas de suministro y por el fuerte incremento en la demanda por bienes (como resultado de que los consumidores permanecían en casa y con dinero para demandar “cosas”, al no poder viajar o salir a restaurantes). En este momento hay 10.2 millones de posiciones abiertas buscando trabajadores, mientras sólo 5.5 millones buscan empleo. Sin resolver esa rigidez laboral, la presión sobre salarios hará imposible detener la espiral inflacionaria.
Enfrentamos una oportunidad histórica no sólo por la proximidad geográfica que nos hace logísticamente atractivos, sino por las tres décadas demostrando que somos un destino de inversión confiable, con capacidad de trabajo innegable. Eso nos vuelve una alternativa ideal para mover a México cadenas de suministro. Es una gran oportunidad para pedir abasto de gas para el sureste de México y así convertirlo en un segundo frente manufacturero para abastecer la costa este de la Unión Americana. En lo educativo, sería oportuno pedir ayuda para acelerar la capacitación de nuestros trabajadores y el acceso a tecnología de punta para darles soluciones en lo educativo y en lo sanitario a comunidades remotas. En lo migratorio, nunca ha habido un entorno más propicio para al menos intentar un gran acuerdo que facilite la entrada temporal de trabajadores mexicanos, para aliviar la voraz necesidad de nuestros vecinos tanto en lo industrial como en lo agrícola (ésta en estados Republicanos que harían al menos posible el apoyo de sus legisladores). En temas de seguridad, la grave crisis por miles de muertes por sobredosis de fentanilo ofrece la posibilidad de incrementar la cooperación con agencias de inteligencia de ese país, no para descabezar cárteles aprehendiendo capos, sino para devastar organizaciones enteras y para estrangularlas en lo financiero.
Y en medio de tantas oportunidades, AMLO celebra que Biden, el Presidente del país más poderoso del mundo, aceptó aterrizar (más no despegar) en la porquería de aeropuerto de cuya grandeza y utilidad no logra convencer a nadie más que extorsionándolo.
México y los mexicanos merecemos tanto más que un líder tan pequeño y un gobierno tan mediocre.
@jorgesuarezv