En una visión tradicional todavía muy difundida en la población, se considera a la Inteligencia Artificial (“Artificial Intelligence” o AI por sus siglas en inglés) como un concepto de ciencia ficción. Sin embargo, estoy seguro querido lector, que a últimas fechas usted ha escuchado mencionar sobre este concepto por personas de carácter “serio” en mayor frecuencia.
El término AI confunde, puesto que lo asociamos con algunos recuerdos de películas (Terminator, La Guerra de las Galaxias o hasta Los Supersónicos para aquellos de más edad) o con los robots en su concepto más tradicional y como son del género de ficción, pues asociamos a la inteligencia artificial con este concepto. Sin embargo, la manifestación de la Inteligencia Artificial está sumamente difundida y podemos encontrarla en nuestro smartphone o en los vehículos autopilotados, en herramientas de procesamiento de imágenes, asistentes virtuales, traductores, entre otros. Es altamente probable que estemos utilizando a la Inteligencia Artificial en varios momentos de nuestras vidas, pero no nos damos cuenta siquiera que estamos frente a esta revolucionaria tecnología.
Se han considerado por algunos autores por lo menos 3 calibres de Inteligencia Artificial: la tipo I o especializada en un área específica (por ejemplo una AI que pueda derrotar al campeón mundial en ajedrez) pero que al pedirle otra tarea se vuelve inútil. La tipo II, que tendría una capacidad muy parecida a la del ser humano para razonar, planear, resolver problemas e incluso tener “pensamiento” abstracto, con la capacidad de entender ideas complejas y aprender de la experiencia. Por último, estaría la Tipo III que podría ser considerada una “súper inteligencia artificial”, que es mucho más capaz que el cerebro humano en prácticamente cualquier tarea, incluyendo la creatividad, el pensamiento científico e incluso habilidades sociales.
En concordancia con la “Ley de Rendimientos Acelerados” del futurista Ray Kurzweil, que expresa que sociedades avanzadas tienen la capacidad de progresar mucho más rápido, parece ser que podríamos estar frente a ese desarrollo exponencial de la Inteligencia Artificial y probablemente ante a un punto de inflexión que nos acerque a una AI por lo menos del Tipo II.
¿Y qué tiene que ver lo anterior con temas de salud? En los últimos días fue noticia que la herramienta de inteligencia artificial “ChatGPT” de la compañía OpenAI, pasó un examen de licenciamiento médico. Sin embargo, más allá de esta hazaña mediática, la importancia y trascendencia de la Inteligencia Artificial en el área médica y sistemas de salud no ha sido explorada en lo más mínimo y podemos comenzar a especular sobre sus potenciales aplicaciones que pueden ir desde la colaboración en decisiones clínicas, recomendaciones de tratamientos o funcionar como asistentes médicos virtuales, pasando por tareas administrativas en los sistemas sanitarios como optimización de admisiones hospitalarias, algoritmos de programación quirúrgica, organización de agendas en consulta, tareas de coordinación en abastecimiento, almacenamiento y distribución de materiales e insumos, disposición de recursos financieros, hasta las tareas de aseguramiento de la calidad y seguridad de atención a los pacientes.
No es exageración pensar que estamos muy cerca de ese punto de inflexión tecnológico y es importante estar preparados. Vale la pena que como población nos involucremos en mayor medida con estas nuevas creaciones científicas, puesto que nuestra relación con ellas será cada vez más cercana y frecuente. Este es un tema de importancia mayúscula que es menester difundir. Es harto probable que estas herramientas serán de utilidad para el desarrollo de las sociedades y que funcionen como generadoras de bienestar, sin embargo, debemos también estar alertas para que no se transformen en una caja de pandora, la cual al abrirla, desate multitud de males sobre nuestro mundo. Abramos la discusión.
Médico Patólogo Clínico. Especialista en Medicina de Laboratorio y Medicina Transfusional, profesor universitario y promotor de la donación voluntaria de sangre