EL ESTREPITOSO fracaso de la empresa paraestatal Birmex, que ni produce vacunas ni distribuye medicamentos a pesar de ser una de las grandes apuestas de la actual administración, demuestra lo lejos que estamos de la promesa presidencial de tener un sistema de salud de primer mundo.
ADEMÁS, a casi tres años del inicio de la pandemia de COVID, no se ha producido ni una sola dosis de la prometida vacuna “Patria” que se comprometió a desarrollar el Conacyt, encabezado por María Elena Álvarez-Buylla.
PEOR aún está el tema del abasto de insumos médicos, pues el actual gobierno, lejos de corregir las fallas en el sistema que ya operaba, se dedicó a desmantelar las cadenas de suministro convirtiendo en una pesadilla para millones de mexicanos el sueño tabasqueño de que pronto seríamos como Dinamarca.
QUEDA CLARO que la utopía danesa de Palacio Nacional se esfumó en el aire y resultó ser un rollo más largo y lleno de ficción que el famoso monólogo de Hamlet.
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BIENVENIDOS a la nueva era del crimen organizado, en la que las ganancias por la venta de drogas ilícitas han sido superadas por la cantidad de dinero que las bandas delictivas obtienen por los crímenes cibernéticos.
CUENTAN que en el mapa de riesgos de la Unión Europea tienen bien claro que los cárteles de la droga de México han seguido en su proceso de “diversificación” y están invirtiendo fuertes cantidades de dinero para contratar a hackers para dominar el panorama delictivo en el ciberespacio.
DE AHÍ que no es casualidad el alza en los delitos cometidos mediante el llamado “ransomware”, que secuestra los sistemas de empresas y organismos públicos hasta que pagan rescates millonarios en monedas virtuales que no se pueden rastrear y que no necesitan ser blanqueadas.
¿SERÁ que la Policía Cibernética mexicana ya está tomando cartas en el asunto o se van a esperar a ser hackeados ellos mismos para tomar en serio esta nueva amenaza? Es pregunta sin password.
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UNA RAYA más al tigre de la desastrosa política exterior de este gobierno: Andrés Manuel López Obrador no solamente seguirá apoyando a Cuba en su reclamo contra las sanciones económicas impuestas a la isla por Estados Unidos.
AHORA, le prometió a su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, encabezar un movimiento para defender a su gobierno a pesar de que ha sido señalado desde hace décadas por sus continuas violaciones a los derechos humanos, sus restricciones a la libertad de expresión, así como la represión de sus opositores. ¡Cosa más triste, caballero!