HOY la bandera nacional estará a media asta en señal de duelo. El luto es por el aniversario del asesinato de Francisco I. Madero, en una triste coincidencia del luto que se vive por la democracia mexicana con la aprobación del “Plan B” de la reforma electoral.

RESULTA difícil aceptar que instituciones y garantías que costaron décadas conquistar y construir, se borren tan fácil con una orden presidencial y la sumisión legislativa. El colmo es que muchos de los que hoy están en el poder, nunca habrían aceptado una regresión electoral como la que hoy aplauden.

EL ÚLTIMO bastión de defensa legal está en la Suprema Corte. Ayer el ministro Alberto Pérez Dayán puso un alto a la primera parte del “Plan B”, pero se trata de una medida temporal. Una vez que se promulgue la reforma, vendrán las impugnaciones legales y, entonces sí, se verá de qué lado están las y los ministros. Se necesitan ocho votos para frenar el atropello gubernamental contra la democracia. Ocho. Tanto en manos de tan pocos, pero en estos tiempos esa cifra parece muy lejana.

 

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PARA DECIRLO en términos de boxeo, Felipe Calderón Hinojosa cayó fulminado en la lona por nocaut. El fallo de “culpable” en contra de Genaro García Luna deja al ex Presidente como uno de los mayores damnificados.

Y ES QUE no hay manera de que Calderón se lave las manos: García Luna fue su súper secretario y principal operador de la estrategia de seguridad en su gobierno. Aun y cuando el entonces mandatario, de ser posible, no se hubiera enterado de los enjuagues del funcionario, eso no le permite deslindarse del colaborador al que él mismo apoyó y encumbró.

FALTA VER qué estrategia seguirá ahora García Luna, quien era sumamente metódico para coleccionar todo tipo de información tanto de sus compañeros de gabinete, como de políticos, empresarios, legisladores y otras figuras. Se sabe que su audioteca incluye grabaciones que serían la envidia de Spotify. A lo mejor comienza a cantar muy afinado.

 

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MUY DETALLADO y preciso el retrato que hizo David Frum en la revista “The Atlantic” sobre Andrés Manuel López Obrador, en un artículo titulado -¡ups!- “El vecino autócrata” (The autocrat next door).

SE TRATA de un análisis que busca explicarles a los norteamericanos, y no a los mexicanos, cómo se está incubando el huevo de la serpiente autoritaria al otro lado de la frontera. En cierto punto establece: “La verdadera historia de la cuarta transformación es: grandes promesas y pocos logros. Un presidente llevado al poder por la decepción con el status quo está perpetuando el status quo y generando más desilusión. Sólo de una manera puede López Obrador afirmar ser verdaderamente transformador: en su aspiración por suprimir la democracia multipartidista de México y llevar al país de vuelta al pasado autoritario”. ¿Cómo habrá llegado a semejante conclusión? Es pregunta que no acepta verdades alternativas.

 

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