Covid endémico
A un paso de terminar la temporada más fría, podemos dar por hecho que no se hicieron realidad los peores temores que había por el resurgimiento del Covid, sobre todo después de que China resolviera ya no luchar por contenerlo.
En Guanajuato capital, el secretario de Salud, Daniel Díaz informó que durante enero y hasta el martes, se había producido en el estado la muerte de 84 personas a causa de la infección del coronavirus.
El balance es desde luego una tragedia para quienes lo sufren. Pero hay que recordar que en enero pasado, solo el viernes 15 se produjeron 50 muertes por el mal y que el 21, con la Feria de León en marcha, las autoridades resolvieron retroceder al Semáforo Amarillo para evitar más desgracias.
El caso es que Guanajuato tiene una de las tasas de letalidad más bajas por Covid en el país y también que el bicho es ya parte de nuestra vida.
“Este virus llegó para quedarse, tendrá un comportamiento endémico estacional, nosotros seguiremos haciendo nuestro trabajo (…) para saber cuáles van a ser los meses con mayor número de casos”, dijo el Secretario, de acuerdo con información de nuestra compañera Regina Solórzano.
Lo confirma este domingo un detallado informe sobre la fragilidad en que queda el sistema de salud del País tras la pandemia, publicado en Reforma por la periodista Natalia Vitela, una de quienes mejor han cubierto este dramático episodio.
Samuel Ponce de León, titular de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia por Covid-19 de la UNAM, coincide con el diagnóstico del doctor Díaz: el nivel endémico se asentará seguramente a lo largo de este año y vendrán ciclos en los que la enfermedad “vuelva a aumentar su transmisión un par de veces por año. Un pico a la mitad del año, posiblemente hacia el verano-otoño, y el otro, que podría ser más largo, sería para otoño- invierno; algo muy similar a lo que ocurre con otros virus respiratorios, particularmente el de influenza”.
Mientras tanto, todos a confiar en que no se produzca una variante que anule a las vacunas o, peor, una nueva pandemia. En este sentido, la muerte de cientos de lobos marinos a causa de la gripe aviar, sobre todo en Perú, ha provocado crecientes temores de que se produzca una transmisión animales-humanos similar a la del SARS-cov-2, aunque la Organización Mundial de la Salud ha considerado poco factible que ocurra. Ojalá así sea.
Genaro, la CIA, la DEA
La condena a Genaro García Luna obliga a los mexicanos a hacer una profunda reflexión acerca de la corrupción de la autoridades en la lucha contra las drogas.
Más allá de la indudable responsabilidad de los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón en el encumbramiento de García Luna, de su complicidad o ineficacia por no haber descubierto lo que se expuso con todo detalle en la corte de Nueva York, es dramático constatar que llevamos cuarenta años dándole vueltas a lo mismo y la situación no hace sino complicarse, como podemos ver en Guanajuato pese a que se festeje una baja marginal en el número de homicidios.
Entre las centenares de piezas que sobre el tema hemos podido revisar estos días (mientras el Presidente de la República y sus seguidores aseguran que los ‘medios corruptos’ no lo cubren), hubo un detalle que desconocía y llamó mucho mi atención. Lo reveló por cierto Raymundo Riva Palacio, uno de los periodistas más cuestionados por los seguidores de la IV Transformación.
“Al concluir su carrera en el servicio público, publicó el martes el columnista, el principal socio que tuvo (García Luna) en la consultoría privada GLAC fue José Rodríguez, que fue jefe de la CIA en México hasta septiembre de 2001, cuando lo llamaron de urgencia a Langley, horas después del ataque terrorista de Al Qaeda, y le encargaron la cacería de Osama bin-Laden, que su equipo finalmente atrapó”.
Rodríguez fue un personaje de primer nivel en la agencia de inteligencia. Aunque su nombre quedó ligado para siempre a la eliminación de Bin Laden (incluso participó en un documental, “Manhunt”, que expone de manera insólita la manera de actuar de la CIA y de algunas de sus agentes, pues fueron mujeres sobre todo las que lograron cazar al terrorista), tenía también antecedentes en los planes de eliminación de la cocaína en Colombia y algo del tema debió de conocer durante su estancia en México.
Los vaivenes entre la diplomacia norteamericana y la DEA han cimbrado a México desde la época en que esta última acusó a Rubén Zuno, al secretario de Gobernación Manuel Bartlett y a muchos otros funcionarios del gobierno de Miguel de la Madrid de estar involucrados en la muerte del agente Enrique Camarena Salazar.
Más reciente fue el episodio de la captura del general Salvador Cienfuegos, que se salvó de un juicio similar al de García Luna (no digo que el veredicto hubiera sido el mismo) gracias a la presión que ejerció el gobierno mexicano por exigencias de los militares, y seguramente habrá habido muchos otros de menor relieve.
Y de ahí no salimos. ¿Quién puede asegurar que de la crisis que vive Estados Unidos a causa del fentanilo no saldrán las acusaciones que nos harán en el futuro? Nadie.
¿Qué ver, qué leer?
Frank Doelger no necesita mayor presentación después de producir “Juego de Tronos”. En una reunión con periodistas celebrada durante el Festival de Cine de Berlín, recordó entre risas que “yo empecé en televisión en los ochenta, en la cadena ABC, y recuerdo muy bien lo que decían entonces los ejecutivos: ‘Nosotros solo rellenamos los huecos entre los bloques de anuncios’”.
Mucho es el camino que se ha recorrido desde entonces y Doelger ha sido uno de los responsables. Durante la entrevista, habló del inminente estreno de “El quinto día”, una versión del muy sabroso libro de Frank Schätzing que seguramente será excelente.
Y anunció, de paso, que ya afina los detalles para presentar “Concordia”, otra serie de la cual basta leer que trata de un mundo “en el que la inteligencia artificial garantiza una sociedad más libre, justa y humana” para esperarla con ansias.
MCMH