SONORO, clamoroso y muy preciso fue el mensaje de cientos de miles de personas que ayer se manifestaron en todo el país: “mi voto no se toca”. Y aunque haya quienes piensen que Palacio Nacional es el centro del universo, la realidad es que ese mensaje no era para el Presidente, sino para las 11 ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia.
CON UN Zócalo capitalino desbordado de la marea rosa, el llamado de la sociedad civil al Poder Judicial fue muy claro: defender la democracia, defendiendo la Constitución. Porque inclusive los morenistas saben que la reforma electoral que aprobaron, el llamado “Plan B”, es contrario a lo que se establece en la Carta Magna. Como no pudieron reformar la Constitución, decidieron pasar por encima de ella.
DE AHÍ que viene una de las más importantes batallas legales en la historia del país, con la presentación de acciones de inconstitucionalidad y controversias constitucionales, eso a nivel de organismos e instituciones; pero también con la presentación de amparos, juicios de derechos electorales y hasta un recurso colectivo para denunciar -en paquete- los atropellos a los derechos de las y los mexicanos. Son millones de personas que están poniendo su esperanza y su confianza en los 11 entogados pilares de la Suprema Corte. Ojalá que estén a la altura.
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POR CIERTO, ojalá que Andrés Manuel López Obrador haya seguido de cerca la manifestación en el Zócalo capitalino y en el resto del país. Sobre todo para darse cuenta de que la señora que iba en silla de ruedas no salió a defender a Genaro García Luna; que las familias que fueron unidas y festivas no iban pagadas por la mafia del poder. Ojalá que el Presidente haya escuchado cuando se entonó el Himno Nacional, para corroborar que no hubo playback de los conservadores, sino un auténtico canto patriótico. Si hoy vuelve a decir que quienes marcharon lo hicieron por los privilegios del viejo régimen, significará que el Presidente no entendió nada.
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MAL EMPIEZA la semana quien pierde la dirigencia de su partido en lunes. Y eso es lo que le va a pasar, muy probablemente, a Alejandro “Alito” Moreno. Hoy se votará en el Consejo General del INE si el dirigente nacional del PRI puede o no extender su mandato, como pretende.
LA REFORMA de los estatutos tricolores ya fue declarada improcedente por la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos, tras una denuncia interpuesta por Claudia Ruiz Massieu y Miguel Osorio Chong, entre otros priistas que ven una ilegalidad en el agandalle de “Alito”.
ASÍ QUE a menos que haya una desagradable sorpresa, el dirigente nacional del PRI literalmente tiene los días contados: 19 de agosto de 2023. Tic, tac, tic, tac…