Seguramente Stephen Colbert, uno de los conductores más vistos en Estados Unidos de la cadena CBS, de su programa: The Late Show with Stephen Colbert, leyó el tuit del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el que decía: “Les comparto dos fotos de nuestra supervisión a las obras del Tren Maya: una, tomada por un ingeniero hace tres días, al parecer de un aluxe; otra, de Diego Prieto de una espléndida escultura prehispánica en Ek Balam. Todo es místico”.
Al conductor conocido por su incisiva e irreverente ironía hacia todos los presidentes del mundo, le pareció motivo de burla que un mandatario posteara en el año 2023 DC la foto de un supuesto aluxe (duende). El pasado lunes en su programa, después de referirse a Trump como un presidente iletrado, “quien afortunadamente ya no está en el poder y ha sido sustituido por Biden quien sí está en sus cabales y no como el presidente de México, Andrés López Obrador, quien durante este fin de semana posteó una foto de algo que asegura es un duende. Esas sí que son noticias excitantes”, decía el conductor son una sonrisa sardónica y sus anteojos redondos, más que un conductor de televisión parece un maestro universitario. Hay que decir que a lo lejos se escuchaban las carcajadas del público presente. Cada vez que decía el nombre del presidente mexicano, lo hacía con un acento muy fuerte. “Este avistamiento de elfos es la acusación sobrenatural más sorprendente de un presidente desde Franklin D. Roosevelt”, continuaba diciendo Colbert y aseguró lo siguiente: “a lo único que debemos tenerle miedo es al monstruo de loch nes (un lago de Escocía en el que supuestamente aparece un monstruo, pero que no hay pruebas de su existencia). López Obrador insiste en decirnos que la foto fue tomada hace tres días y que todo es místico”. Además agregó el responsable del programa entre las carcajadas de fondo que AMLO dijo: “creo que está haciendo efecto algo que comí”. (Ja-ja-ja y muchos aplausos). Colbert agregó al tiempo que mostraba una fotografía de una extraña figura: “Vean esta hermosa figura mística, un verdadero duende”, después el conductor habla de las galletas Keebler, que tienen la figura de un duende. (Ja-ja-ja). En seguida, para mayor vergüenza y falta de respeto a nuestro país, se escucha el Himno Nacional de México, a la vez que se muestra una fotografía de la bandera mexicana ondeando en medio de la plaza de la Constitución. Súbitamente vemos a Andrés Manuel López Obrador saludando a sus seguidores, con el cuello de la camisa mal puesto y un saco que lo hace ver desgarbado. (Ja-ja-ja, seguían las carcajadas del público). “Señores y señoras”, se escucha la voz de un Presidente. Sentado como estaba frente a su escritorio, se veía de más baja estatura y más viejo. Un segundo después, se oye la voz en off de una traductora de lo que dice el mandatario mexicano: “Casi todos han visto la foto que posteé del mágico duende; desde entonces he tenido más encuentros con él, incluso empleé una escoba para obligarlo a irse. (Ja-ja-ja). Me besó con sus dientes y creo que me pasó su magia”. Una vez que escuchamos lo anterior las carcajadas del público se hicieron todavía más intensas. El conductor no podía aguantar la risa. Se sentía satisfecho, había logrado su objetivo. (Ja-ja-ja y muchos aplausos). En seguida y para terminar el show, apareció en la pantalla una imagen de un mapache buscando comida en un basurero. (Ja-ja-ja). Y alguien tratando de apartarlo con una escoba. Aquí las carcajadas eran de verdad histéricas. Y como el Presidente supuestamente fue besado por el duende, aparece con un parche en la boca, como si el mapache lo hubiera mordido. (Ja-ja-ja y muchos, muchos aplausos). Fin del show.
Sin embargo, en cada mañanera el show continúa en México, pero ya no nos reímos, ya ni nos enojamos, nada más nos da vergüenza, como la que sentimos al ver con atención el show de Colbert. ¿Por qué se le habrá ocurrido a López Obrador lo del duende? ¿En cuántos sketches más veremos en la televisión estadounidense a nuestro Presidente haciendo el ridículo? Lo que da más coraje es que dos millones o más televidentes estuvieron muy divertidos con las ridículas ocurrencias del presidente mexicano.
¡¡¡Qué tristeza!!!