Bajo una definición simple, podemos entender al concepto de “certeza” como ese conocimiento seguro y claro que se tiene de algo, es decir, su cualidad de cierto. En una visión más profunda, es tener conciencia de que conocemos lo real, lo verdadero. Es el no dejar lugar a dudas o dar algo por resuelto. 

De igual manera, la certeza se relaciona con la confianza, pues es el reflejo de la apreciación racional de la realidad, apelando a la mayor objetividad posible.

La calidad, por otro lado, es aquella medida de excelencia de un producto o servicio que incluye a todas sus características intrínsecas y atributos únicos. 

Expresada en ocasiones de manera explícita, como aquella solicitada en un contrato, o implícita, como las expectativas que solemos tener sobre algunos productos o servicios, el concepto de calidad engloba esas necesidades de funcionalidad, fiabilidad y durabilidad, entre otras variables. 

La calidad en los procesos y productos es aquella adherencia estricta a las especificaciones de estos e incluye un diseño sensato, control y administración de los requerimientos establecidos, para que al final los usuarios o clientes determinen si realmente cumplen con lo que dicen prometer.

El construir la calidad requiere hartas dosis de entrenamiento y compromiso, altos niveles de inversión y mucho esfuerzo. El satisfacer las cada vez mayores expectativas de los clientes, mejorar la velocidad, la predictibilidad y el desempeño de los sistemas de cualquier emprendimiento, son los objetivos básicos de ese concepto de aseguramiento de la calidad.

La imparcialidad, responsabilidad, establecimiento de relaciones de compromiso, comunicación efectiva, atención a la integridad, adaptabilidad, distribución puntual de responsabilidades, autoridad y el establecimiento y manutención de políticas, la documentación de todas las acciones realizadas y la ejecución de revisiones y auditorías, son algunas de las actividades que deben establecerse en aquellos sitios que desean trabajar y consolidarse como una empresa que trabaja con calidad.

Pues bien, en los sistemas e instituciones de la salud, se debe trabajar con orientación a la garantía de calidad. Se debe tener la conciencia de cumplir con esos estándares mínimos que proporcionen seguridad a los pacientes y una adecuada atención, así como apostar al compromiso que se tiene con otros entes como son las familias de pacientes, el propio personal de la institución sanitaria y la sociedad.

Estos objetivos de aseguramiento de la calidad tienen como destino dos vertientes: la certificación y la acreditación. Estos dos últimos conceptos justamente están relacionados con la certeza, es decir, una institución certificada o acreditada proporciona esa seguridad de que lo que dice ofrecer, realmente lo es, pues al ser sujetos a evaluaciones múltiples, se demuestra a los pacientes, familiares y ciudadanía en general que la organización certificada o acreditada trabaja con estándares de la más alta calidad.

El certificarse o acreditarse no es un esfuerzo sencillo y realmente es un proceso de alta complejidad, pues requiere de tiempo y esfuerzo de cada colaborador y se debe tener por todos esa visualización integral de trabajo grupal en todo el tiempo, espacio y actividad, orientada a cumplir con la misión y visión organizacional, que está basada en la garantía de calidad.

Es de reconocer (y agradecer) a esas instituciones sanitarias, públicas y privadas, que realicen esfuerzos para dar esa certeza de que se están haciendo las cosas bien y que es seguro atenderse ahí. 

De igual manera, se hace la invitación a estos dos sectores a que inviertan cada día más (pues la calidad se respalda con presupuesto) en actividades de aseguramiento de la calidad, en especial las relacionadas a las capacidades de recursos humanos.

Para proteger la salud de manera cabal y que se pueda transformar la misma en un mecanismo de justicia social, se debe garantizar la universalidad, equidad y sobre todo calidad en los servicios. Actuemos en consecuencia entonces.

 

Médico Patólogo Clínico. Especialista en Medicina de Laboratorio y Medicina Transfusional, profesor universitario y promotor de la donación voluntaria de sangre      

 

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