Resulta inconcebible que, a pesar de la evidente tragedia cotidiana que millones de seres humanos sufren al intentar cruzar nuestra frontera norte, políticos tanto de México como de Estados Unidos prefieren lucrar con ésta, en vez de buscar soluciones.
En EU, a los republicanos les resulta oportuna esta debacle -talón de Aquiles de Biden- pues subraya la debilidad de un gobierno demócrata que invierte decenas de miles de millones en Ucrania, pero es incapaz de sellar su propia frontera sur. Permite un flujo masivo de “violadores y asesinos”, según Trump -el amigo de AMLO- y el tráfico de fentanilo que mata a decenas de miles de jóvenes. Para los demócratas, la migración presenta la amenaza, no sustentada por evidencia, de reducir el ingreso de trabajadores sindicalizados que simpatizan con ellos.
Es de tal magnitud la crisis, que el tema migratorio podría ser la primera prioridad de quien llegue a la Casa Blanca en 2024. Además del grave problema humanitario, que crecerá por la violencia en México y Centroamérica y por la miseria en países -Venezuela, Cuba, Haití- que expulsan a sus pauperizadas poblaciones, Estados Unidos no tiene mano de obra suficiente para enfrentar retos monumentales.
La probabilidad de un conflicto entre China y EU crece. Nuestros vecinos tendrán que sacar pronto la capacidad industrial que ahí instalaron. Esa necesidad se acentuó porque la pandemia mostró que la distancia geográfica crea retos logísticos inoportunos, y creó la necesidad de desarrollar redundancias en las cadenas de suministro, para evitar el riesgo de interrupciones al depender de un proveedor único. Además, por la aprobación del Inflation Protection Act -el proyecto de infraestructura más grande en la historia de EU- invertirán más de un millón de millones de dólares para su reconversión energética en la próxima década, incluyendo la electrificación del parque vehicular norteamericano. Adicionalmente, el Chips Act intentará resolver la excesiva dependencia de EU por semiconductores taiwaneses, e implicará invertir 50 mil millones de dólares más.
Aún antes, EU no tenía suficientes trabajadores. Hay más de 10 millones de vacantes y sólo 5.5 millones buscan empleo. Ese desbalance ha encarecido servicios -restaurantes, por ejemplo- creando fuerte presión inflacionaria. Esa escasez se acentuó primero porque la ayuda fiscal del gobierno de EU durante la pandemia (para que los trabajadores se quedaran en casa y evitaran exponerse a contagio) les permitió posponer su regreso al mercado laboral. En muchos casos, fomentó una jubilación anticipada. Por la pandemia y por las crueles medidas antimigratorias del gobierno de Trump (el amigo de AMLO), tenemos alrededor de dos millones de migrantes menos de los que tendríamos de seguir tendencias previas. Eso impide que muchas mujeres regresen a trabajar, al no tener con quién dejar a sus hijos o a adultos mayores. Además, quizá hubo alrededor de un millón de muertes relacionadas al COVID y millones más afectados por sus secuelas.
La escasez de trabajadores es un problema serio que al menos ofrece la posibilidad de soñar con un acuerdo migratorio realista y sensato. Ésta crece si consideramos que muchos estados agrícolas, con gobiernos republicanos, también la padecen.
Si México tuviera un gobierno que sí se preocupara por la terrible crisis humanitaria, y entendiera la enorme oportunidad de acelerar nuestra integración económica con Norteamérica, cabildearíamos presentando propuestas sensatas y levantando la mano para ayudar a resolver el problema que compartimos y que les quita el sueño a los vecinos. En vez de eso, insultamos a los demócratas al no ir a la cumbre de Biden, tardándonos en felicitarlo por su victoria electoral, y poniéndonos del lado del impresentable -e indiciado- Trump; provocamos a los republicanos al culpar a EU de la crisis del fentanilo, al ponernos del lado de dictaduras impresentables -Cuba, Nicaragua, Venezuela- e insultamos a ambos al estar del lado de Putin en un conflicto que no nos incumbe.
Este sexenio pasará a la historia como el de las grandes oportunidades desperdiciadas.