La importancia de la Tierra es reconocida por los pueblos ancestrales, de hecho, en América del sur “Pacha” significa universo, mundo, tiempo, lugar, mientras que “Mama” es madre. Esta veneración a la Madre Tierra, significa el agradecimiento por las cosechas y el buen tiempo, por los animales y la abundancia del suelo.

La Pachamama o Madre Tierra, es la esencia femenina de la tierra y la fertilidad, una divinidad agrícola benigna concebida como la madre que nutre, protege y sustenta a los seres humanos. En la tradición incaica es la deidad de la agricultura comunal, fundamento de toda civilización y el Estado Andino.

Ahora que estamos reposicionando nuestro pasado maya, de acuerdo al libro sagrado maya Popol Wuj, Ixmukane es la abuela que intervino en la creación del hombre maya, ya que al preparar las bebidas de maíz blanco y de maíz amarillo dio origen a los Hombres de Maíz. Ixmukane tiene un significado similar al de la Madre Tierra, debido a que dio y da vida al pueblo maya; es como el sol y el amanecer, que juntos permiten despertar la consciencia y enfrentar los retos diarios por un mundo mejor.

Tanto el modernismo como el postmodernismo nos han alejado de la tierra misma, y con la llegada avasalladora de la tecnología hemos perdido la importancia de la sacralidad de la propia tierra y le hemos dado la espalda a la naturaleza creyendo que podemos crear un mundo aparte (metaverso) y dejar los valores y la espiritualidad sin tenerles en consideración, y así hemos perdido la admiración por los milagros cotidianos de la belleza, bondad, la armonía y la paz.

Parece ser que la inteligencia humana, que no la artificial, está reconsiderando lo que los sabios han conocido desde tiempo atrás. En 2009, la Asamblea General de la ONU declaró esta fecha como el Día Internacional de la Madre Tierra, tras unas manifestaciones llevadas a cabo en todo el mundo protestando por una mayor protección del medioambiente.

Oficialmente conocido como el Día Internacional de la Madre Tierra, este evento intenta concienciar a la sociedad mundial para cuidar el planeta y hacer un uso responsable del mismo, ya que es una condición necesaria para su mantenimiento y correcto funcionamiento, ya que de ello depende tanto nuestra supervivencia como la de futuras generaciones. La razón de esta efeméride, tiene como propósito sensibilizar al mundo entero sobre los inconvenientes generados por la contaminación, la superpoblación, la conservación de la biodiversidad y otros problemas de índole ambiental. Esta fecha es sinónimo de respeto, sostenibilidad, fomento del reciclaje y de acciones más saludables con nuestro planeta. Se dice que así comenzó el activismo moderno y, gracias a Internet, el mensaje de los activistas medioambientales se propaga más rápidamente que nunca. Para revertir la situación de las consecuencias negativas que tienen nuestras acciones sobre el planeta, se requiere de una colaboración individual y colectiva.

A niveles corporativos y gubernamentales, se podrán realizar campañas para erradicar la tala de árboles, la contaminación con plásticos y otros desechos industriales, y la explotación masiva de los recursos naturales. ¿El objetivo? Una producción más sostenible y un consumo más responsable. A nivel individual, todos podemos llevar a cabo pequeñas acciones que pueden significar mucho para nuestro, cada vez más dañado, planeta Tierra. 

La reducción de la huella de carbono (indicador ambiental que pretende reflejar «la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto) es una de las acciones principales. De hecho, con motivo de la disminución del transporte debido a la crisis del Coronavirus, ciudades como Venecia han notado que sus aguas están más limpias y ciudades como Madrid han presenciado como la boina de contaminación que coronaba sus rascacielos se ha hecho menos evidente. 

Además, reciclar y no consumir plásticos son otras acciones de lo más beneficiosas. Gracias a ello, lograremos hacer un mejor uso de los recursos naturales, reducir las emisiones de carbono y alcanzar algunos objetivos básicos expuestos en la Agenda 2030.

Hoy se hace una llamada a la acción climática. Este enorme desafío es el más grande para el futuro de la humanidad. A finales de este año, se espera que las naciones aumenten sus compromisos con respecto al Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático. También, ha llegado el momento de que la ciudadanía pida mayores competencias a escalas globales para hacer frente a nuestra crisis climática. 

A menos que todos los países del mundo, y sobre todo, que las personas de estos más de ocho mil millones de habitantes de nuestra Madre Tierra demos un paso adelante rápidamente, estamos condenando a las generaciones actuales y venideras a un futuro peligroso.

¡Por la Construcción de una Cultura de Paz!
manuelramos28@gmail.com
 

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *