La elección de 2024 está más abierta de lo que AMLO admite. Es más importante ver lo que los políticos hacen que escuchar lo que dicen.

 

Mi mamá siempre me decía que es más importante observar lo que la gente hace que escuchar lo que dice. Hoy esa lección parece más útil que nunca. Pienso en tres ejemplos. AMLO dice que los logros de su gobierno son asombrosos, que la corrupción se acabó, que hay menos pobreza y que el sistema de salud danés está al alcance. Pensemos por un momento que él, en efecto, creyera que es verdad lo que dice. Eso haría que, lejos de evitar la transparencia a toda costa para guarecerse en la opacidad, buscara reactivar al INAI -nombrando pronto a los tres comisionados vacantes- para que todo mundo accediera a los espectaculares datos que corroborarían sus logros. Lo mismo con el Inegi. Si sus éxitos en materia educativa fuesen ciertos, ¿por qué permitiría que su Secretaría de Educación evite la publicación de métricas sobre lo que realmente ha ocurrido? En el fondo, él sabe que el desempeño de su gobierno está a años luz de su narrativa y confía en que sus seguidores estén demasiado ocupados para verificar, o suficientemente encandilados para que la verdad les importe.

Segundo ejemplo, el Presidente nos quiere hacer pensar que la elección presidencial de 2024 está decidida, como si fuese un simple trámite para después ungir con la banda presidencial a la corcholata que él elija. Si creyera realmente eso, buscaría fortalecer al INE y lo mantendría intacto. Eso le permitiría legitimar -a nivel nacional e internacional- su abrumadora victoria. Lejos de eso, ha hecho todo lo posible por cuestionar al órgano electoral, por denostar a sus consejeros, por poblarlo con incondicionales, por quitarle recursos y por complicar el voto de los ciudadanos. Él sabe que Morena puede perder, tanto a nivel nacional, como estatal y local, y hará lo que esté a su alcance por evitar que haya un árbitro imparcial.

Sí, el electorado está claramente polarizado. En un extremo están quizá 18 millones de mexicanos que votarán por quien tenga la candidatura de Morena, en el otro hay tal vez otros tantos que votarán por quien sea que se le oponga. Pero hay muchos en medio que votaron en 2018 -contra el PRI o por Morena- y que hoy están claramente desilusionados con este gobierno. Imagino lo que piensan hoy investigadores y científicos que ven la desaparición de Conacyt y el absurdo sesgo ideológico que le impondrán a la magra investigación. Lo mismo pasa con artistas que creyeron habría apoyo a cultura y arte, feministas o ambientalistas horrorizados. El resultado de la elección dependerá de que quien tenga la candidatura de oposición los saque a votar (y a los jóvenes también). Roy Campos, prestigioso encuestador, dice que el candidato no importa. No podría estar más en desacuerdo. Si la oposición se equivoca nominando a quien sea, o a “quien le toca”, se perderá también una oportunidad irrepetible para quizá incluso lograr mayorías opositoras en las Cámaras.

Y pongamos atención. Hay también un esfuerzo decidido en la Secretaría de Gobernación buscando dividir a la oposición. Lo harán por la buena, fomentando candidaturas independientes que dividan el voto opositor, o por la mala extorsionando a liderazgos para que dinamiten la alianza opositora desde adentro.

Por último, veamos qué hacen los posibles candidatos. Xóchitl Gálvez se ha cansado de negar que esté considerando competir por la Presidencia, pues sólo le interesa el gobierno de la Ciudad de México. Pero en las últimas semanas ha recorrido media docena de estados, reuniéndose con éxito tanto con organizaciones empresariales como en eventos populares. ¿Si sólo quiere ir por la CDMX, para qué la campaña nacional? ¿Será por eso que el PAN decidió sacarla de la Comisión Permanente del Senado? ¿Tendrán miedo de que alguien no “militante” esté creciendo tanto?

No hay nada escrito para 2024. La ciudadanía debe presionar a las presidencias de los partidos de oposición para que estén a la altura de la oportunidad que se les presenta porque, si dejan que AMLO los convenza de que Morena ya ganó, claudicarán o cometerán errores imperdonables.

 

@jorgesuarezv

 

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