Las tasas de interés tanto del Banco de México como del Federal Reserve Board, los bancos centrales de México y de Estados Unidos, son hoy muy altas dada la endeble situación económica que priva en los dos países. Esas tasas de interés están ya representando un problema para muchas empresas, como lo comentaremos aquí la siguiente semana.

Por otro lado, las personas físicas que tienen la fortuna de contar en estos momentos con ahorros disponibles para invertir están disfrutando de un día de campo. Aunque, para empezar, hay que recordar que no son tantos a los que realmente les sobra dinero para invertir. Muchos mexicanos no pierden realmente el sueño acerca de dónde invertir sus ahorros pues, y esto es una verdadera vergüenza nacional, casi no pueden ahorrar.

La situación es ya un tanto diferente para quienes pertenecen al menos a un sistema de pensiones. En este caso la Afore que se eligió decide, dependiendo de la edad de la persona, dónde invertir y lo único que se puede hacer al respecto, si no agrada su desempeño, es cambiar el dinero a otra administradora de fondos para el retiro.

Los mexicanos afortunados que restan, a los que les quedan todavía ahorros, pueden invertir éstos en activos físicos (un terreno, por ejemplo) o financieros. Entre estos últimos hay unos de renta variable, como las acciones en la Bolsa, que pueden dar altos rendimientos pero a cambio de una gran volatilidad.

Los otros activos financieros de importancia son los llamados de renta fija, más seguros dada la coyuntura actual. Los clásicos activos de renta fija y de corto plazo en México son los Certificados de la Tesorería, los Cetes. Estos instrumentos financieros son muy seguros, pues son emitidos por la Tesorería de la Federación, y pueden vencer en plazos desde 28 días hasta un año. Como reflejo de lo que se apuntó en el párrafo inicial, la tasa de interés que ofrecen en estos momentos los Cetes a 28 días es alrededor de 11.4 %, una enormidad.

Se llaman de “renta fija” porque cuando vencen se obtiene justo el rendimiento que se contrató, aunque el valor del monto invertido, el llamado principal, puede cambiar a lo largo de los días. ¿Por qué? La razón es que las tasas de interés del mercado cambian continuamente y eso hace que el precio del activo cambie de manera acorde. Si de repente la tasa de interés sube, el precio del activo tiene que bajar, por necesidad, para mantener el rendimiento prometido. Y viceversa, si la tasa de interés baja, el precio del activo tiene que subir.

¿Cómo invertir en Cetes? Una posibilidad es que uno acuda al banco donde tiene su dinero. Si es bueno, de seguro podrá ofrecer varias alternativas de inversión. La otra posibilidad, la más aconsejable si el ahorro no es muy alto, es abrir una cuenta en el portal “Cetesdirecto” de Nacional Financiera, el cual es sencillo de usar, además de que el ahorro está protegido por el gobierno federal.

Hasta no familiarizarse con el proceso de inversión es mejor dejar el ahorro en la mesa de dinero sin comprar Cetes (u otros activos). Además, hay que resistir la tentación de gastar todos los intereses ganados pues la inflación siempre merma, inevitablemente, el principal. 

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