Se atribuye a Lenin la afirmación de que las tropas rusas “votaron con los pies” al huir del frente de batalla en la primera guerra mundial y emprender el camino a casa. Este regreso masivo de soldados decepcionados del gobierno del zar Nicolás II fue uno de los factores que facilitaron la revolución comunista de 1917.

No he encontrado un registro directo de que Lenin haya pronunciado o escrito la frase, pero la atribución se volvió generalizada desde principios del siglo XX. Ernest Hemingway la reprodujo en su novela de 1929 A Farewell to Arms. Por otra parte, en 1953 un periodista llamado Pat MacLaughlin publicó en The Abilene Reporter-News de Texas un artículo en el que afirmó que el líder comunista chino Zhou Enlai le había dicho en 1946 que el gobierno y los militares estadounidenses estaban haciendo lo posible por evitar el derrumbe del gobierno de Chiang Kai-shek, “pero despectivamente predijo que los soldados de Chiang ‘votarían con los pies’, como efectivamente lo hicieron cuando millones desertaron”.

Algo similar está ocurriendo hoy con los ciudadanos de los paraísos socialistas de Cuba, Venezuela y Nicaragua: están votando con los pies. Arriesgan la vida para salir de países en los que supuestamente tienen todo para ingresar a Estados Unidos, donde nos dicen que el capitalismo salvaje genera condiciones insoportables de vida.

En el año fiscal 2022 (octubre 2021-septiembre 2022) Estados Unidos registró 224,607 “encuentros” (detenciones, expulsiones, deportaciones) con migrantes cubanos indocumentados. Nada más entre octubre de 2022 y marzo de 2023, seis meses, el total fue de 135,090, lo que sugiere que en el año completo se alcanzará un récord. En 2021 la cifra fue de 39,303 y en 2020 de 14,015 (cbp.gov). La población de Cuba es de solo 11.3 millones de habitantes.

Los encuentros con venezolanos fueron 189,520 en 2022 y se han registrado ya 94,606 en 2023. En contraste, en 2021 fueron 50,499 y en 2020 4,520. La población de Venezuela es de 28.2 millones. La cifra para nicaragüenses fue de 164,600 en 2022 y van 103,254 en los seis primeros meses de 2023. En 2021 fueron solo 50,722 y en 2020 3,164.

México, que llegó a tener un flujo positivo migratorio en el gobierno de Felipe Calderón, está expulsando nuevamente a migrantes: 823,057 en 2022 y 390,378 en los seis primeros meses de 2023. El aumento no es tan fuerte, sin embargo, como los de Cuba, Venezuela o Nicaragua: en 2021 fueron 674,739 y en 2020 309,230.

Estos cubanos, venezolanos, nicaragüenses y mexicanos están votando con los pies. Poco importa lo que digan los sufragios, su verdadera opinión la manifiestan con una decisión de vida. A pesar de todas las críticas que los gobernantes latinoamericanos dirigen a la Unión Americana, su éxito económico le genera flujos migratorios que sus mismos ciudadanos rechazan, pese a que el país está gozando de una tasa de desempleo históricamente baja.

Ilya Somin, profesor de derecho de la Universidad George Mason de Fairfax, Virginia, publicó en 2019 un artículo en la San Diego Law Review, “Foot Voting Enhances Political Freedom”, en el que conmina a los políticos a escuchar el mensaje. “El voto con los pies tiene ventajas importantes sobre las urnas que con frecuencia lo hacen una herramienta más efectiva para expandir la libertad política. Permite a los individuos tomar decisiones contundentes y los incentiva a estar bien informados”. Sí, el mensaje del voto con los pies de los paraísos socialistas es contundente. 

Nadadoras

Irrita que la Conade de Ana Gabriela Guevara se haya negado a apoyar a la selección nacional de natación artística, lo que obligó a sus integrantes a vender bañadores y obtener el apoyo de Arturo Elías y la Fundación Carlos Slim. El insulto, sin embargo, viene cuando la cuenta de Twitter del “Gobierno de México” presume la medalla de oro que las nadadoras obtuvieron en el Mundial de Egipto. 

 

www.sergiosarmiento.com

 

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